« Durante siglos, la mayoría de los úteros han sido espásticos, y por eso los nacimientos han sido dolorosos».
– Wilhelm Reich
Cuando escuchas la palabra contracción, ¿Qué es lo primero que viene a tu mente?
Dolor, ¿cierto?
Uno de los principales miedos de las mamás gestantes cuando piensan en su trabajo de parto está relacionado con el dolor que pueden sentir con las contracciones, el dolor que les podría causar parir a sus bebés. Y ese miedo al dolor muchas veces las lleva a pasar por una cesárea, ya sea que la escogen desde el principio o que la misma intensidad del trabajo de parto las lleva a esto.
Par evitar cesáreas innecesarias y para llegar a ese momento tan esperado con un poco de ayuda, les dejo 5 estrategias el manejo del dolor que he usado con las mujeres a las que acompaño y que han probado ser efectivas para aliviar la sensación de las contracciones.
1. Información
Si nos informamos sobre cómo funcionan los músculos del útero y cómo funciona la fisionomía del parto podremos entender que hay un gran factor relacionado al dolor que tiene que ver con una construcción mental, con el “parirás con dolor” y no con que el parto sea realmente doloroso. Hay investigaciones que lo demuestran, observaciones de partos naturales en tribus indígenas en las que se muestran como en comunidades enteras no se asoma la posibilidad de que un parto pueda ser doloroso.
El útero está compuesto de tejido muscular que es flexible y elástico, dos cualidades que le permiten sostener al bebé en contra de la gravedad y al mismo tiempo distenderse para que salga al final del embarazo. Este tejido muscular está compuesto por tres capas de haces de músculos: las longitudinales, las circulares y las intermedias. Las circulares y las longitudinales trabajan en conjunto de forma sincronizada en las contracciones y expansiones del útero durante el trabajo de parto. Mientras que las intermedias rodean los vasos sanguíneos que suministran oxígeno al feto y retiran los productos de desecho. Entonces, durante el trabajo de parto, mientras las longitudinales empujan hacia afuera, las circulares, que son más abundantes y cerradas más cerca del cérvix, deberían distenderse para ayudar a su apertura. Según Leboyer, autor del libro “Por un nacimiento sin violencia”, este movimiento de contracción y expansión del útero, de ser armonioso, debería ser tan suave y continua como la respiración de un bebé.
Ahora, los músculos longitudinales están conectados al sistema nervioso parasimpático que se activa en estados de relajación, mientras que los circulares están conectados al sistema simpático, que es el que responde a las situaciones de estrés. Lo que significa que en un estado de relajación con los sistemas de alerta y estrés apagados, los longitudinales pueden funcionar más efectivamente y los circulares se mantendrían relajados estimulando la apertura del cérvix, trabajando así acompasadamente y evitando los calambres en cada contracción. Sin embargo, si el sistema simpático está activo debido a un estímulo estresante, los circulares ofrecen resistencia al movimiento de los longitudinales, lo que crea los calambres en cada contracción.
Cuando entendemos el funcionamiento del útero, nos damos cuenta que para que un parto sea placentero y orgásmico, necesitamos intimidad y seguridad para que los mecanismos de estrés se mantengan apagados y nuestros haces circulares puedan distenderse y trabajar en armonía con los longitudinales.
Masaje
En mi experiencia, esta es una de las técnicas favoritas de las parturientas al momento de parir. Ya sea que la doula o la pareja esté ofreciendo el masaje, acariciar y presionar la zona baja de la espalda, la barriga o los pies suele ser muy placentero y relajante para la mamá.
No hay una forma específica de masajear para el alivio del dolor. Tampoco hay que ser un masajista experto/a para hacerlo. Simplemente con poner atención donde la madre se pone la mano cuando siente la contracción nos da un indicio de dónde debemos masajear. Siempre es importante observar o preguntar a la madre para saber cómo se siente lo que estamos haciendo. A veces un poco más o un poco menos de presión hace toda la diferencia.
Una de las técnicas que me gusta usar con el masaje es la acupresión, especialmente el V32 CiLiao, que ayuda no sólo a manejar el dolor, sino también estimula las contracciones uterinas. Se localiza midiendo un dedo (de la madre) por encima de la línea interglúteo y un pulgar (de la madre) por fuera de la columna vertebral. Está por encima de los hoyuelos que se forman en la parte baja de la espalda. Se siente la ligera hendidura del sacro donde se encuentran. A medida que el trabajo de parto va avanzando, podemos hacer presión en estos puntos y deslizar los dedos hacia el centro y hacia abajo formando una v pequeña.
Agua caliente
Las mujeres embarazadas se sienten naturalmente atraídas por el agua. No es algo que le pase a absolutamente todas, pero si a un gran número de ellas. Incluso aquellas que no tienen contacto regular con el agua o que ni siquiera saben nadar, al momento de parir sienten el deseo de sumergirse.
El agua, a temperatura del cuerpo, es una de las mejores aliadas contra el dolor. Ya sea que tengas una piscina de parto o una simple ducha de agua tibia, la sensación de relajación cuando la espalda de la mamá se encuentra con el agua hace que el dolor disminuya significativamente Y la relajación es tan evidente que suele venir acompañada de un suspiro al entrar en ella.
Además de eso, si se usa el agua cuando el trabajo de parto está avanzado (más de 5cm de dilatación), puede hacer que éste se acelere al mismo tiempo que ayuda a la relajación de la madre. Sin embargo también hay casos en los que el trabajo de parto se detiene o que las contracciones reducen su intensidad y frecuencia. En estos casos, lo más recomendable es que la parturienta salga del agua.
Posiciones antálgicas
Las posiciones antálgicas (verticales) son una de las formas de alivio del dolor más subestimadas por la medicina convencional, que obliga a la mamá a estar acostada la mayoría del trabajo de parto. Además de que estar acostadas no permite una circulación de oxígeno estable para el/la bebé, muchas mamás registran que las contracciones se sienten más dolorosas mientras se encuentran acostadas.
Hay muchas otras posibilidades además de la posición acostada: semi-sentada, cuatro puntos (con pelota o apoyada de las piernas del acompañante), cuclillas. Muchas de estas posiciones permite al padre apoyar físicamente a la madre durante el trabajo de parto. De pie, frente a frente, la madre se puede apoyar del cuello, la cintura o los brazos del padre permitiéndole a él involucrarse en el proceso y ayudándola a ella a sentirse acompañada y sostenida por el padre del bebé. También se puede usar una cuerda o pedazo de tela agarrado del techo o alguna pared para sostener a la mamá, o turnarse entre los diferentes acompañantes, siempre dejando que la madre decida quién ella quiere que la sostenga en cada momento.
Además de eso, adoptar una posición vertical al momento del parto facilita la salida del bebé (gracias a la gravedad) y ayuda a evitar desgarros.
Respiración
La respiración es una de las herramientas más accesibles y comunes para usar durante el trabajo de parto para el manejo del dolor. Hay muchas formas de respirar durante el trabajo de parto. La que suelo recomendar es la respiración para la contracción según Lamaze. Primero dos respiraciones profundas para darle la bienvenida a la contracción, luego jadeos superficiales (como si estuvieras haciendo un ejercicio intenso, ¡que lo estás!) durante toda la contracción y luego dos respiraciones para agradecer la contracción. Esta respiración me gusta porque es una forma de comunicación fácil con los acompañantes, que gracias a las dos respiraciones profundas saben cuando viene la contracción; y positiva con el proceso de parto, ya que en lugar de temerle y sentir que quiere escapar de su propio cuerpo, la madre le da la bienvenida da la contracción consciente de que gracias a ellas su bebé está naciendo. Y cuando la contracción se va, se despide de ella en agradecimiento. Para muchas mamás es difícil hacer esto, pero un pequeño cambio de pensamiento es muy efectivo durante el trabajo de parto.
Si el jadeo es muy intenso para la madre o siente que la hace hiperventilar, recomiendo respiraciones profundas que pueden venir acompañadas de una visualización sencilla imaginando que cada contracción es como las olas del mar yendo y viniendo o acompañada de un poco de música relajante que permita a la madre concentrarse en algo agradable mientras la contracción pasa.
Sin embargo, al final siempre lo mejor es que la madre respire como lo sienta, ya sea respiraciones superficiales o profundas durante las contracciones. Lo que sea que le sirva. En lo que siempre hago hincapié es que sea una respiración consciente y controlada, evitando siempre los jadeos de pánico, porque eso manda mensajes de miedo al cuerpo que hacen que sienta más dolor con cada contracción.
Una doula
Sí, ya sé que dije que eran 5 estrategias y es que no puedo evitar, siendo una doula, no recomendarle a las mamás que consigan una. Considero que si estás apuntando a un parto sin dolor, placentero y feliz, una doula es una herramienta fabulosa para lograrlo, no sólo para ti, sino también para la familia que te acompaña. Tener a alguien que sabe cómo se desarrolla el trabajo de parto puede ser muy tranquilizante para todos, lo que eventualmente ayuda a la madre al no tener que preocuparse porque su familia está preocupada por ella. La doula puede conversar con ellos antes (preferiblemente) y durante el trabajo de parto, ofreciéndoles palabras de seguridad que los ayude a mantenerse tranquilos.
Ahora sí, éstas son estrategias sencillas que cualquier madre en trabajo de parto puede usar para tener una experiencia de parto más placentera.
Si has usado alguna u otra estrategia para manejar el dolor durante el trabajo de parto, cuéntanos más abajo en los comentarios.
Fuentes consultadas:
Pariremos con placer de Casilda Rodrigañez.
El agua, la vida y la sexualiad de Michel Odent.
Alivio natural del dolor durante el parto con técnicas naturales: Acupresión de Debra Betts.