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Cómo mi ciclo menstrual me ayuda a vivir en el presente

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Tener algo que me devuelva al presente para mí es de vital importancia. Andar enfocada en el pasado y el futuro me causa mucha ansiedad. Es por eso que con regularidad uso mi respiración o de mis sensaciones corporales para regresar al presente, como aprendí a través de la práctica de Vipassana. Pero sentarme a meditar cada día es algo que aún me cuesta muchísimo, por lo que decidí usar la práctica de la conciencia de la fertilidad también como herramienta para regresar al momento presente.

El método de conciencia de fertilidad consiste en observar los cambios en mi cuerpo a lo largo de mi ciclo menstrual y relacionar mis observaciones al día del ciclo en el que me encuentro. Cada día es el mismo proceso, observar las señales, conectar con mi ciclo y planificar para ese día. Durante todo el día seguiré atenta al momento de mi ciclo en el que me encuentro,  porque esa información me ayudará a planificar al siguiente día. Cada reacción que observo se convierte en información que me ayudará a recordar que todo cambia y a mantenerme más ecuánime.

Así como todo lo demás, el ciclo menstrual es impermanente, pero a diferencia de la respiración que es muy sutil, la menstruación es mucho más llamativa y ruidosa en el cuerpo. Cada día mi cuerpo se siente diferente y si estoy conscientemente prestando atención,  lo que sienta me traerá de vuelta al presente y al día del ciclo en que me encuentro. Además, estar atenta a esta información me ayuda a profundizar en sensaciones placenteras cuando las siento y a soltar las desagradables cuando lo necesito, sin perder de vista que al día siguiente o incluso al momento siguiente me sentiré muy distinto.

Mi cuerpo a través del ciclo menstrual me recuerda cada día que todo es impermanente y a mantener la ecuanimidad… siempre que sea posible.  


Si quieres saber más sobre los métodos naturales de anticoncepción haz click aquí.

Cuidados Femeninos, Somos Cíclicas

El Ciclo Menstrual como te lo debieron haber explicado siempre

26.pngEl ciclo menstrual es una danza en la que cada movimiento nos lleva al siguiente, el desarrollo folicular nos lleva a la ovulación y ésta a la fase lútea y luego a la menstruación. Si todo sale bien cada fase se presentará sin inconvenientes con una transición armoniosa a la siguiente. Cada mujer es distinta, y aunque los libros de textos y la sociedad nos quiera meter a todas en el mismo patrón de 28 días, la verdad es que los ciclos varían de 21 a 35 días. Y siempre existe la posibilidad que se adelante o atrase por unos pocos días sin que eso signifique un problema mayor.

Ahora voy a intentar desglosar lo mejor posible en qué consiste el ciclo menstrual, cómo funciona, las fases que comprenden y las hormonas y glándulas que hacen parte de este proceso vital femenino.

¿Cuando empieza el ciclo menstrual?

El ciclo menstrual comienza el día 1 del sangrado, abundante y rojizo. Si tienes unos días de manchas marrones, estos pertenecen a los últimos días de tu ciclo anterior. A partir de ese primer día, la fase folicular se desarrollará idealmente entre los siguientes 7 y 21 días, aunque puede durar más. Luego, si la producción hormonal es adecuada y todo sale bien, ocurre la ovulación que dura un día si ovulas una vez o dos días consecutivos, si ovulas dos veces. Y finalmente, la fase lútea que dura de 10 a 16 días. La fase lútea solo se extiende en caso de que ocurra un embarazo, en cuyo caso durará por 90 días hasta el final del desarrollo de la placenta. Luego de este tiempo se desintegrará. Si no ocurre un embarazo, la fase lútea durará un máximo de 16 días que es el tiempo de vida del cuerpo lúteo. Es por esto que un ciclo muy largo se debe siempre a una fase folicular demasiado larga y nunca a una fase lútea extendida.

Ahora es importante saber que el desarrollo de los óvulos dura realmente unos 100 días y la fase folicular corresponde simplemente a la última etapa en esta carrera hacia la ovulación. Esto significa que para tener una ovulación saludable y por ende un ciclo menstrual sano, debemos mantener un estado general de salud durante los 100 días en los que dura la ovulación. Un problema de salud presentado en cualquier momento durante estos 100 días se reflejará en una desarmonía menstrual en ciclos futuros.

Ahora que tenemos una idea general, vamos a desglosar las fases una a una.

Fase folicular

Comienza durante los últimos días en la carrera hacia la ovulación. Hace 80 días aproximadamente estos folículos comenzaron a madurar y ahora el folículo dominante está más cerca de liberar al óvulo. Esta fase dura entre 7 y 21 días y se puede alargar si la producción de FSH y/o estrógeno no es suficientemente estable para producir la ovulación. Una vez el óvulo es liberado, este comienza su viaje a través de la trompa de falopio y el folículo dominante se transforma en cuerpo lúteo.

Para que esta fase de inicio, tu hipotálamo envía una señal a la pituitaria, una glándula ubicada en la base de tu cerebro, para que ésta comience a segregar la hormona folículoestimulante (FSH). Esta hormona estimula el desarrollo de estrógenos en los ovarios y  junto con eso el desarrollo folicular. Los estrógenos a su vez también actúan sobre el endometrio, ayudando con su engrosamiento y preparándolo para recibir al óvulo cuando éste sea fecundado. Los estrógenos también estimulan nuestro deseo sexual y la producción de moco cervical y justo antes de la ovulación esta hormona se encuentra en su pico. Es por esto que los días previos a que la ovulación ocurra, nuestro deseo sexual aumenta y notamos que nuestro flujo se vuelve más líquido y elástico, como clara de huevo. Este fluido está diseñado por nuestro cuerpo para facilitar la fecundación, al ayudar a los espermatozoides a desplazarse más rápido hacia el óvulo.

Si producimos muy poco estrógeno y/o muchos andrógenos, la ovulación no ocurre y tendremos un ciclo anovulatorio, que es lo que ocurre en las mujeres que viven con SOP. También un ciclo con demasiado estrógeno y/o muy poca progesterona hace que nuestro endometrio crece más de la cuenta por lo que tenemos sangrados abundantes (alrededor de 80ml) y llenos de coágulos. Es por esto que debemos producir una cantidad adecuada de hormonas para tener un ciclo menstrual saludable.

Fase ovulatoria

Ocurre cuando el óvulo es liberado y dura entre uno y dos días dependiendo de cuántas veces ovules. Sólo es posible liberar dos óvulos en días consecutivos, porque para que la ovulación ocurra debemos tener una cantidad muy específica de diferentes hormonas en nuestro organismo, lo cual se logra sólo en un momento particular de nuestro ciclo. Recuerda que en esta etapa, los estrógenos también están estimulando el desarrollo del moco cervical, el cual se encuentra con textura de clara de huevo, muy elástico y transparente. Este es un excelente indicativo de los días fértiles. Si estás buscando concebir, en este momento, cuando el moco está elástico y transparente, es ideal.

Generalmente este moco dura dos o tres días y luego se va secando, si observas moco cervical por más de dos o tres días sin que parezca que se va secando y poniendo más pegajoso, o si lo observas por dos días, se seca y luego reaparece, es una señal de que tus niveles de estrógenos no son óptimos y estés teniendo un ciclo anovulatorio (sin ovulación), lo que significa que tu sangrado posterior será bastante abundante. Esto puede ocurrir ocasionalmente, y es perfectamente normal, se puede deber a estrés o a algún desbalance nutricional. Sin embargo, si es una ocurrencia común, podrías tener SOP, por lo que sería ideal observar otros síntomas como resistencia a la insulina o hirsutismo o mejor aún consultar con un especialista.

Si no estás segura de cuándo estás ovulando o de si estás ovulando en absoluto te recomiendo tomarte la temperatura basal, es la manera más segura de saber si la ovulación está ocurriendo o no.  

Fase lútea

El óvulo es liberado gracias a una hormona que se llama luteinizante y es producida por la glándula pituitaria. Esta hormona se produce durante un período de 24-48 horas y sólo se produce cuando el estrógeno está al máximo.  Si el óvulo es liberado, los demás folículos serán reabsorbidos por el ovario y el folículo dominante se convertirá en cuerpo lúteo, el cual es una glándula temporal que comenzará a producir progesterona. Si estás tomando tu temperatura basal, el día del pico de temperatura  indica que la ovulación se produjo. Este pico se da por la gran cantidad de progesterona que se encuentra circulando por tu cuerpo. La progesterona está encargada de detener el engrosamiento del endometrio y de secar el moco cervical. Luego de 16 días como máximo, el cuerpo lúteo se desintegra y con este descenso de progesterona se desprende parte del endometrio, se produce el sangrado menstrual y se inicia nuevamente la producción de FSH para el comienzo de un nuevo ciclo.

Los anticonceptivos hormonales inhiben la ovulación y sin ovulación el ciclo menstrual no ocurre. Es por esto que el sangrado de las hormonas sintéticas no es un sangrado menstrual. Es un sangrado por ausencia de estrógenos sintéticos que mantienen el tejido endometrial.

Como vemos el ciclo menstrual es un proceso complejo que depende de que todas las etapas que lo componen funcionen adecuadamente. Cada fase da como resultado inmediato la siguiente y si alguna no ocurre de la manera en que debería, viviremos un ciclo desarmonioso, ya sea con sangrados dolorosos, demasiado abundantes, anovulatorios o irregulares. La salud menstrual es un proyecto a largo plazo que requiere un estado de salud general para que todo funcione perfectamente bien.

Espero haberlas ayudado, para mi fue verdaderamente útil explicarles lo mejor posible este proceso natural femenino para entenderlo mejor.

Si te quedó alguna duda o hay alguna otra cosa que te gustaría saber sobre el ciclo menstrual, deja tu pregunta en los comentarios y haré mi mejor esfuerzo por responder.

Cuidados Femeninos, Fertilidad Consciente, Gestamos Vida, Somos Cíclicas

Conciencia de la fertilidad: sus bondades y beneficios.

1Anteriormente les he compartido entradas sobre los métodos de anticoncepción natural, cómo funcionan y cómo usarlos, pero para usar estos métodos adecuadamente no podemos simplemente seguir una lista de instrucciones, sino adentrarnos en un proceso sostenido de autoobservación que promueve el autoconocimiento. Este proceso no se detiene, por lo que recientemente he estado leyendo de nuevo sobre ellos y me encontré con el término fertility awareness -conciencia de la fertilidad- el cual me pareció muy acertado porque refleja el estado que se logra al usarlos.

La conciencia de la fertilidad significa observar constantemente las señales que nos brinda nuestro ciclo menstrual, lo que nos permite re-conocernos y relacionarnos más cercanamente con nuestro cuerpo. Desarrollar esta conciencia es la clave para que los métodos de anticoncepción natural funcionen ya que el cuerpo, así como la naturaleza, es perfecto más no exacto. No ovulamos ni menstruamos como un reloj, siempre el mismo día a la misma hora, por lo que la observación diaria es esencial para detectar nuestro propio ritmo durante cada ciclo. Claro que suena cansón eso de estar observándonos constantemente, pero la verdad es que una vez que tomamos conciencia de la fertilidad, se vuelve tan natural como caminar.

Para alcanzar este estado de conciencia de la fertilidad es necesario un aprendizaje permanente, tanto de los métodos como de nuestro cuerpo. En teoría, nuestro cuerpo da señales específicas: el moco cervical va de seco a pegajoso a clara de huevo a seco de nuevo, nuestra piel se muestra distinta, más tersa y suave durante la ovulación al mismo tiempo que nuestro deseo sexual aumenta, la temperatura basal tiene un pico alrededor de la mitad de nuestro ciclo y se mantiene así hasta la menstruación. Y por supuesto que todo esto es así, más no todas las mujeres lo experimentan de la misma forma: algunas no sienten mucha diferencia en su deseo sexual o apenas notan la transformación de su moco cervical, por lo que estar presente y observar los cambios en nuestro propio cuerpo, nos ayuda a desarrollar la atención y el discernimiento necesarios para que el método funcione.

Además, la conciencia de la fertilidad es holística, involucrando por igual la concepción y la anticoncepción, a nosotras y a nuestras parejas con nuestros cuerpos y nuestro ciclo. Si usamos la conciencia de la fertilidad para la anticoncepción, ganamos mucho conocimiento sobre nuestros propios cuerpos, pero si la usamos para concebir podremos estar conscientes de todo lo que ocurre al momento de crear una nueva vida lo que sería un impacto significativo para nosotras y la sociedad.

La conciencia de la fertilidad nos trae un sin número de beneficios que van desde mejorar nuestra relación con nosotras mismas y con nuestras parejas, a tomar decisiones con respecto a nuestra sexualidad de forma consciente, que a su vez tendrán un impacto significativamente beneficioso en nuestras vidas.

¿Usas los métodos de conciencia de la fertilidad? ¿Cuál crees que ha sido el mayor beneficio que te han brindado? Cuéntame en los comentarios.

Gestamos Vida

3 beneficios de la lactancia materna que son para toda la vida.

2Últimamente, he estado pensando mucho en el beneficio social que supone la lactancia materna. Para mí, cada ser humano que nace es una nueva oportunidad para la humanidad. Es un nuevo diseño genético, personal y emocional que tiene todo el potencial de transformar el tejido social. Si pensamos en el macro, es decir, en el posible impacto que ese ser humano puede dar al mundo, es necesario amamantar. Si pensamos en el micro, en darle lo mejor del mundo a ese ser humano, es necesario amamantar. Y con esto no quiero decir que amamantar sea una obligación, pero sí es una hermosa posibilidad con una infinidad de beneficios.

Todas las madres, en general, queremos lo mismo para nuestros/as hijos/as: que estén sanos, es lo esencial y algunas podríamos agregar que sean felices o inteligentes para tener el paquete completo. La forma más sencilla de lograr estos objetivos es a través de la lactancia materna.

Bebés sanos:

Empezando por la salud, la lactancia materna aporta anticuerpos y enzimas que refuerzan el sistema inmunológico de los/as bebés. Si la madre contrae una gripe, su propio cuerpo genera anticuerpos necesarios que luego, a través de la leche materna, serán pasados al bebé y así estará protegido/a de la gripe. Además, la leche materna posee cualidades antibióticas y cicatrizantes que pueden ser aprovechadas en muchas de las dolencias de nuestros/as bebés, desde la pañalitis hasta la otitis y también en las dolencias de la madre, como los pezones rotos por el mal agarre, y del padre, si se quemó, cortó o hirió de alguna forma.

Además de eso, hoy en día sabemos que los beneficios para la salud que tiene la leche materna no se limitan al período maternal, sino  para toda la vida. Las personas que fueron amamantadas exclusivamente por al menos 6 meses tienen menos probabilidades de sufrir de diabetes, enfermedades cardiovasculares, y alergias alimentarias, entre otras enfermedades modernas. Esto se debe a que la leche materna tiene azúcares que alimentan adecuadamente la flora intestinal, enseñándole al cuerpo del recién nacido cuáles son las bacterias buenas, cuáles las malas, y cómo defenderse de las últimas. En este sentido, la leche materna es alimentación y medicina que hace a nuestros/as bebés más resistentes tanto a patógenos externos y peligrosos como a enfermedades autoinmunes.

Bebés felices:

Ahora, si no sólo queremos que estén sanos sino también que estén felices, la lactancia materna es también la forma de lograrlo. Cuando el/la bebé mama, tanto el/ella como la madre segregan la “hormona del amor”, llamada oxitocina. Para la madre, esto significa menores posibilidades de tener depresión postparto y para el bebé significa la construcción de autoestima, confianza, apego seguro y felicidad. Pongámonos en la posición del/la bebé por un momento: acabamos de salir de nuestro entorno seguro, donde siempre estábamos calientes y protegidos, y con mamá todo el tiempo, escuchando los latidos consistentes de su corazón y el fluir constante de la sangre en sus venas. De repente, todo se vuelve muy estresante, nuestro entorno nos queda chico y finalmente salimos al exterior, donde hace frío, ruido, y muchísima luz. ¿No quisieran ustedes que los abrazara el cuerpo caliente de su madre y les diera una agüita dulcita mientras les canta? ¡Por supuesto que quisieran eso! Es definitivamente riquísimo. La lactancia materna cultiva el bienestar emocional del/la bebé, lo que lleva a un ser humano feliz y satisfecho.

Bebés inteligentes:

Y finalmente, vamos con la inteligencia, ya tenemos a un/a bebé sano y feliz, no está de más pedir que sea también inteligente. Cuando el/la bebé sale del vientre materno, a su cuerpo todavía le falta desarrollo esencial. Como nuestras cabezas humanas son demasiado grandes (debido a nuestra gran capacidad cerebral) y el canal de parto estrecho, la naturaleza decidió reducir el tiempo de gestación in utero y complementar con los cuidados fuera del mismo. Para esto la leche materna viene cargada de enzimas que estimulan el desarrollo cerebral (porque es lo que en este apartado compete, pero realmente es el desarrollo de absolutamente todos los órganos principales del cuerpo). La lactancia materna durante las primeras semanas y meses de vida es esencial para un óptimo desarrollo cerebral que tiene impacto para el resto de nuestras vidas. Los bebés que son amamantados tienen un coeficiente intelectual más alto que los que son alimentados con fórmula, lo que significa que son definitivamente más inteligentes.

La lactancia materna es vital para un ser humano sano, inteligente y feliz. Amamantar significa promover un desarrollo físico, emocional e intelectualmente óptimo para cada ser humano que nace. Es por esto que podemos decir que sí, la lactancia materna es definitivamente el mejor comienzo de la vida, tanto en la escala micro, lo que cada mamá quiere para su bebé, como en la escala macro, lo que ese nuevo ser humano podría aportar a la sociedad en un futuro, y además ¡no cuesta ni un centavo!

Fuente: La mayoría de la información contenida en esta entrada fue sacada del documental Microbirth, que les recomiendo ver si están interesadas en el tema. 🙂

Fertilidad Consciente, Somos Cíclicas

De las hormonas sintéticas a la anticoncepción natural: 7 pasos para hacer la transición de vuelta a tu ciclo menstrual.

3Hace algunos meses escribí unas entradas muy populares sobre los métodos de anticoncepción hormonales y los métodos de anticoncepción natural, y a partir de ahí muchas chicas me preguntaron cómo hacer la transición  a la anticoncepción natural. Entendí que una cosa era conocer los métodos de anticoncepción natural y otra muy distinta era aventurarse a usarlos. Es por eso que les traigo esta entrada, un poco anecdótica, sobre cómo lograrlo sin quedar embarazadas en el intento.

Toma la decisión y asume responsabilidad.

Un día en Diciembre decidí dejar de tomar anticonceptivos hormonales. Simplemente lo sentí. “¿Qué vamos a hacer ahora?”, me preguntó mi compañero. Yo no tenía ni idea. No es fácil pasar de las pastillas al método del ritmo, pero ahí me fui acostumbrando. Lo que escuchaba y leía sobre la inefectividad de los métodos naturales me hacía sentir más insegura, pero algo dentro de mí decía que ésa era la mejor decisión. Tuve miedo muchas veces y tuve unos pelones peligrosos también. Cada vez que me equivocaba con el ritmo, recordaba la responsabilidad que había asumido. Eso es lo más importante: asumir la responsabilidad que tomamos y lo que significa olvidarnos de ella, porque con los métodos de anticoncepción natural ganamos autonomía, pero también una gran responsabilidad. Es lo que hace la diferencia entre que el método funcione o falle.

Comunícalo a tu pareja

Para mí, una de las grandes ventajas de usar los métodos naturales es que involucramos a nuestra pareja. Generalmente cuando las mujeres consumen pastillas anticonceptivas, los compañeros lo dan por sentado y a veces ni se enteran. Lo que significa que la responsabilidad de la anticoncepción recae únicamente sobre la mujer. Y la verdad es que se necesitan dos para concebir.

Esta es una conversación que se tiene varias veces. La pareja no sólo tiene que estar al tanto y apoyando lo que ocurre. También conocer los métodos de anticoncepción natural y el ciclo menstrual de la mujer para que pueda estar al tanto de los cambios en el cuerpo de nosotras. Lo que hacemos mi pareja y yo es que constantemente le estoy informando sobre la fase menstrual en la que estoy, el día de mi ciclo y el inicio y fin de la ventana de fertilidad. Al principio él no lo recordaba mucho, pero con el paso del tiempo él se ha vuelto más consciente de mi ciclo menstrual y a veces él me debate si es un día seguro o no.

Conoce el ciclo menstrual y TU ciclo menstrual.

Los métodos de anticoncepción natural que yo recomiendo también se llaman métodos de observación del ciclo, por lo que conocer el ciclo es una pieza clave para lograrlo. El ciclo menstrual es una danza hormonal que mueve nuestro cuerpo, luna a luna. Esta danza tiene sus fases, cada una con sus propias características. Sin embargo, a pesar de que el ciclo menstrual ocurre a todas las mujeres, no es exactamente igual en cada una. Es por eso que es tan importante conocer nuestro propio ciclo menstrual. Conectar con nuestro cuerpo, conocerlo y escucharlo es clave para que el uso de los métodos de observación sea sostenible.

Investiga sobre los métodos naturales.

Yo he escrito un poco por acá al respecto, pero siempre es bueno investigar de varias fuentes. Hay muchos métodos de anticoncepción natural. Estudia todos los que encuentres y escoge el que te convenga más. Yo recomiendo que usar al menos dos. Yo uso tres: calendario para llevar la cuenta, temperatura basal para saber cuándo ovulo y moco cervical para ir observando atentamente mis días pre-ovulatorios que son los más críticos en la anticoncepción. Estos tres métodos son los más populares entre las mujeres que se cuidan naturalmente, pero hay otros que también pueden servirte. No te quedes sólo con una experiencia, averigua sobre experiencia de otras mujeres y habla con mujeres de tu entorno que los usen. La información que consigas y las experiencias que compartas te ayudarán a confiar más en ti misma y en el proceso que estás viviendo.

Importante: El método de calendario por sí sólo no es suficientemente efectivo para prevenir un embarazo, ni para crear conciencia de la fertilidad. Es un buen lugar para empezar porque vas haciéndote consciente del tiempo y tu propio cuerpo, pero siempre debe ser usado con el método del moco cervical y/o temperatura basal. Estos últimos te darán información más exacta sobre los días fértiles.

Anota tus observaciones

Escoger un método natural no es lo mismo que usar métodos hormonales, no es sólo abrir el empaque y consumir. Cada cuerpo es distinto y una cosa es la teoría y otra muy distinta es la práctica. Entonces, no es sólo escoger los métodos naturales que usarás sino llevar un registro de cómo te resultan. Este registro te servirá para tener más claro cómo se mueve tu cuerpo. No podemos confiar todo a la memoria. El diario lo puedes llevar tanto de forma tradicional, lápiz y papel, o usando una aplicación como Kindara. Dependiendo del método que escojas puedes llevar registro de diferentes cosas. Yo por ejemplo registro los días que empieza y termina mi periodo, los cambios en el moco cervical y la temperatura, los cambios de humor que tengo, las fases de mi ciclo menstrual, cómo se siente mi cuerpo en cada fase, etc. Todas esas cosas me sirven para saber en qué momento de mi ciclo estoy y saber si es seguro tener coito o no.

Toma precauciones extra durante la etapa exploratoria.

Tomará tiempo desde que decidas usar los métodos naturales hasta que puedas confiar plenamente en ellos como tu única medida de anticoncepción. Durante este tiempo de transición a la anticoncepción natural es importante tomar medidas de precaución extra. Una de esas medidas puede ser usar condón en cada coito que tengas durante varios meses, mientras te acostumbras a entender el lenguaje de tu cuerpo. Otra medida, una vez que ya conozcas un poco sobre los métodos de observación del ciclo, es tener una ventana de fertilidad que sea bastante larga, de más de 10 días. Así disminuyes las posibilidades de que el método falle.

Disfruta de tu sexualidad

Esta es la parte más rica de usar métodos de anticoncepción naturales y es una buena recompensa que ayudará a que la transición a la anticoncepción natural sea más placentera.

Considero que las pastillas anticonceptivas son limitantes porque nos hacen asumir que el sexo es siempre coito, cuando hay muuuucho más que eso: sexo oral, masturbación mutua o no, juego previo, por nombrar las más comunes. Y hay mucho más en la sexualidad que el sexo. Las caricias, compartir momentos de intimidad con la pareja como hablar en la cama, cocinar juntos, ir de paseo o de viaje, también son parte de nuestra sexualidad. Porque la sexualidad es principalmente crear algo desde el amor, por algo le decimos “hacer el amor” ;).

Usar los métodos de observación nos abre las puertas a vivir una sexualidad más variada que dependerá del día de nuestro ciclo. Cuando usamos los métodos con hormonas sintéticas nos perdemos de esta diversidad de días en nuestro ciclo menstrual. Disfrutar del deseo sexual que surge con la madre cuando estamos ovulando, o de esa sexualidad desinhibida del arquetipo de la hechicera, o de la invitación a ir a lo profundo de nosotras mismas con la anciana, es encantador y, sólo por eso, vale la pena probar.

¿Has probado con los métodos de anticoncepción natural? ¿Cómo ha sido tu experiencia?

Feminismo

Vivas, seguras y libres nos queremos #NiUnaMenos

4#NiUnaMenos es el hashtag usado por el movimiento de mujeres para una vida libre de violencia.

Este movimiento ya se ha manifestado en años anteriores y se manifiesta nuevamente hoy 19 de Octubre.

El pasado 8 de Octubre a Lucía Pérez la drogaron y violaron hasta la muerte. En Argentina, desde que ese hecho ocurrió hasta hoy, diez días después, ya han matado a otras 3 mujeres en lo que se conoce como femicidio (un neologismo acuñado por la feminista Marcela Largarde que señala el asesinato de mujeres por razones de género). Según leí, en Argentina hay un femicidio cada 36 horas y el perpetrador suele ser la pareja o expareja de la víctima.

El asesinato de Lucía Pérez fue tan brutal que movilizó en su país y en otros países a una gran cantidad de personas a visibilizar y protestar en contra de la violencia de género. #NiUnaMenos #VivasNosQueremos son unas de las frases más utilizadas durante estas campañas.

Yo como mujer.

Me siento sumamente vulnerable. Desde que tengo memoria tengo miedo de caminar sola en la calle de noche. Y desde siempre he tenido más miedo a ser violada que a ser asesinada. La violación me dolería más que la muerte.

Por muchos medios me llegó la noticia de Lucía y lo que hizo fue revolver esos miedos que ya tenía ahí dentro de mí. Los miedos de las mujeres.  Lo que nosotras tenemos sólo por nuestra condición femenina.

A Lucía no fue la única que violaron y mataron ese día. Estoy segura de que violaron y mataron a muchas otras mujeres alrededor del mundo ese mismo día, porque ese es el sistema en el que vivimos. Nuestros cuerpos son vistos como territorios de los otros, territorios que pueden ser violentados, vulnerados, poseídos y destruidos a placer y conveniencia de los demás. Y todas las mujeres sabemos eso, aunque no lo hagamos de forma conciente. Lo sabemos porque el miedo nos lo susurra al oído cuando vamos caminando de noche solas y vemos a un hombre acercarse.

Somos vulnerables.

¿Cómo cambiamos eso?

Luchando.

Cuerpo a cuerpo contra el violador.

En las protestas de la manos de nuestras hermanas mujeres.

En los medios reclamando nuestros derechos.

En las universidades, colegios, espacios de encuentro de hombres y mujeres visibilizando la violencia de género.

En nuestros hogares, con nuestros hijos e hijas, esposos y esposas, madres, padres, hermanos, primas, etc.

Lo cambiamos haciéndonos concientes del problema y generando o participando en espacios de discusión, de protesta, de educación sobre la violencia de género.

No nos podemos quedar de manos cruzadas ante este asunto, porque Lucía somos todas. Y si no me creen, imagínense en la calle oscura y sola con el hombre que viene caminando hacia ustedes y el miedo mismo se los dirá al oído.

Ya basta de sentirnos vulnerables.

Quiero un mundo donde las mujeres y los hombres caminen libres y sin miedo y donde cada cuerpo, cada persona sea respetada y valorada por lo que es: un ser humano único y valioso.

Les deseo que se sientan seguras cada día de sus vidas.

Las abrazo.

Sobre lo que le pasó a Lucía.

http://internacional.elpais.com/internacional/2016/10/17/argentina/1476717704_725902.html

Emprendamos Juntas

La sororidad: la clave para una relación armoniosa entre mujeres.

5La sororidad es belleza y felicidad. ¿Quién no quiere eso en su vida? 🙂

Recientemente, en un círculo de mujeres que organicé, les pedí a las mujeres que participaron que me comentaran sobre qué temas les gustaría conversar en los próximos encuentros. La primera en contestar habló en cómo ella necesitaba transformar sus relaciones con otras mujeres. Contaba que era maestra jubilada y que en los últimos años de servicio estaba desesperada por la competencia que había entre las mujeres. Sentía que no tenía colegas que fueran realmente sus amigas y que era como si todas estuviesen esperando la oportunidad para pasarle por encima a la otra. En mi cuaderno anoté “cultivar la sororidad”.

¿Cuántas veces hemos sentido todas nosotras que no podemos confiar en las mujeres a nuestro alrededor? En nuestras amigas, en nuestras colegas, incluso en las mujeres de nuestras familias. 

¿Qué es la sororidad?

Anoté en mi cuaderno ese día “cultivar la sororidad” porque es precisamente lo que necesitamos para mejorar las relaciones con otras mujeres.  La sororidad es un concepto feminista que se refiere a las relaciones de solidaridad entre las mujeres. Esta palabra viene de la raíz latina soror que significa “hermandad” (entre mujeres) y su uso busca promover relaciones de respeto, armonía y complicidad entre mujeres de todas las procedencias.

Hoy en día, cultivar la sororidad es una necesidad social que, de extenderse, mejoraría no sólo las relaciones entre las mujeres, sino las relaciones con todos por igual, ya que nos ayuda a percibirnos como iguales a pesar de las diferencias y favorece el sentido de pertenencia al grupo. Cultivando la sororidad, donde antes veíamos enemigas,ahora veremos aliadas, multiplicando nuestro potencial creador.

¿Por qué es necesaria?

Por ser un término feminista, la sororidad está asociada a la lucha por la transformación política y social, a través del reconocimiento de necesidades comunes entre mujeres, que sólo pueden ser vistas si cultivamos relaciones sororales con otras mujeres.  No necesariamente hay que ser feminista para abrazar la sororidad, ni siquiera hay que ser mujer. Cultivando la sororidad entre mujeres a través de la promoción activa y consciente de este concepto, encontraremos un espacio común de creación y transformación.

Es necesario que estos espacios de creación y transformación ocurran, promoverlos es parte del mejoramiento de nuestra sociedad. No tiene que ser de forma política, ni necesariamente saliendo a protestar a la calle, algo tan sencillo como decidir construir relaciones de respeto y alianza con las mujeres de nuestro entorno ya es un paso enorme y muy significativo para el cambio.

¿Cuáles son los beneficios?

Ya mencioné algunos anteriormente, como mejorar nuestras relaciones tanto con mujeres como con hombres y ver a las demás mujeres principalmente como aliadas. Pero hay otros beneficios que no son tan evidentes como los primeros.

No caben sentimientos de envidia, competencia y rivalidad.

Y con esto no digo que más nunca los sentirás por ninguna mujer, pero si empezamos pequeño, con nuestra mejor amiga (o amigas en el mejor de los casos), nos daremos cuenta que sus logros y felicidades también serán los nuestros, así  sus logros signifiquen “pérdidas” para nosotras. Y esto lo digo por experiencia propia, por eso pongo pérdidas entre comillas, porque me pasó recientemente que una de mis mejores amigas, ante la oferta de ambas a unos posibles clientes, fue escogida en lugar de a mí. Y para mí fue pura felicidad saber que esos clientes disfrutarán del acompañamiento de mi amiga.

Cultivar la sororidad promueve el crecimiento colectivo.

Cuando nos agrupamos en sororidad, todas las mujeres crecemos, incluso las que no están dentro del grupo sororal. Con la sororidad no hay pérdida, sólo cooperación. Siempre se busca la armonía con todas las relaciones y el beneficio de todas. Y aunque, en realidad, a veces esto no es posible, porque es posible que en determinados casos alguna se sentirá mal, esta mujer (o mujeres) tendrá la certeza de que en esa situación se hizo lo mejor posible para minimizar los daños ocasionados. Y eso es puro amor, felicidad y belleza.

Incrementa el potencial creador femenino.

Ya he hablado del potencial creador femenino y las maravillas que conlleva cultivarlo. Construir la sororidad es como darle un super boost, ya que nos incentiva a crear alianzas con las mujeres que elevan nuestros proyectos. Las mujeres que construyen la sororidad crean más y mejor. Trabajan juntas en armonía, en confianza y en amor. Cuando construimos sororidad nos damos cuenta que es mentira eso de que las mujeres no podemos trabajar juntas y empezamos a sospechar que esa creencia es un chisme que se corrió para evitar que gestáramos maravillas juntas.

Ahora, ¿cómo construimos sororidad?

Sé impecable con tus palabras.

Promoviendo uno de los acuerdos de Don Miguel Ruiz, la sororidad se basa en la honestidad. O mejor dicho, la rivalidad entre mujeres se basa en la deshonestidad. Sé honesta con tus sentimientos hacia otras mujeres, si no te sientes cómoda con una mujer en particular plantéate comentarle tus sentimientos si eso es posible. Si no es posible, plantéate entonces terminar tu relación con dicha mujer. Recuerda que tu bienestar es lo más importante, si no te sientes cómoda con ella, es muy difícil construir sororidad.  De la misma forma, si hay una mujer con la que quieras tener una relación más cercana, plantéale verse más a menudo o compartir en alguna actividad.

Cultiva relaciones armoniosas.

Siguiendo la línea de la sugerencia anterior, todo tiene como fin último mejorar tus relaciones actuales, tanto con hombres como mujeres. Si tenemos relaciones armoniosas en el presente, eso se multiplicará en relaciones armoniosas en el futuro. Es Ley de Atracción en su nivel más básico. La sororidad es algo que se puede cultivar desde donde sea que estemos, empezando con una mujer y luego extendiéndonos a muchas mujeres.

Organiza encuentros de mujeres.

Una buena forma de esparcir la sororidad es organizando encuentros de mujeres. Ya sea que se reúnan para leer algún libro, para compartir algún interés como el tejido o la cocina, para ejercitarse, o simplemente para conversar. Los encuentros de mujeres promueven la producción de oxitocina, la hormona del amor y el vínculo. Cuando organices encuentros de mujeres, asegúrate de plantear la intimidad (lo que se comenta en el encuentro es secreto y no se presta para divulgación o chisme), la honestidad y el respeto mutuo como bases de este nuevo espacio. Esto ayudará a que  las mujeres asistentes se familiaricen con el concepto de sororidad (aunque no se los expliques) de forma vivencial.

Muchas veces, cuando vemos o hablamos con otras mujeres, se activa esa vocecita en nuestras cabezas que empieza con “¿y ésta qué se cree?” y sigue con “¿viste cómo está vestida?” y termina en un lugar al que sabemos que no nos gusta ir, especialmente si ese lugar es lo que (sospechamos que) esa mujer puede estar pensando sobre nosotras. Observar esta línea de pensamiento cuando aparece y decidir conscientemente respetar las opiniones y formas de ser de cada mujer a nuestro alrededor, construye sororidad. Y esto no significa que debas ser amiga de estas mujeres, ni siquiera que debas conversar con ellas si no quieres (recuerda la primera recomendación), simplemente significa entender que todas somos distintas y que estamos en nuestro derecho pleno de ser. De eso se trata la sororidad, de encontrarnos y respetarnos en nuestras diferencias.

Como ya les dije, la sororidad es pura felicidad y belleza.

Así que ¡a sorecer!

 

Soy mujer. Y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. Es el calor de las otras mujeres, de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible, luchador, de piel suave y tierno corazón guerrero.
Alejandra Pizarnik

Gestamos Vida

5 estrategias para el manejo del dolor durante el trabajo de parto.

 

6« Durante siglos, la mayoría de los úteros han sido espásticos, y por eso los nacimientos han sido dolorosos».

– Wilhelm Reich

Cuando escuchas la palabra contracción, ¿Qué es lo primero que viene a tu mente?

Dolor, ¿cierto?

Uno de los principales miedos de las mamás gestantes cuando piensan en su trabajo de parto está relacionado con el dolor que pueden sentir con las contracciones, el dolor que les podría causar parir a sus bebés. Y ese miedo al dolor muchas veces las lleva a pasar por una cesárea, ya sea que la escogen desde el principio o que la misma intensidad del trabajo de parto las lleva a esto.

Par evitar cesáreas innecesarias y para llegar a ese momento tan esperado con un poco de ayuda, les dejo 5 estrategias el manejo del dolor que he usado con las mujeres a las que acompaño y que han probado ser efectivas para aliviar la sensación de las contracciones.

1. Información

Si nos informamos sobre cómo funcionan los músculos del útero y cómo funciona la fisionomía del parto podremos entender que hay un gran factor relacionado al dolor que tiene que ver con una construcción mental, con el “parirás con dolor” y no con que el parto sea realmente doloroso. Hay investigaciones que lo demuestran, observaciones de partos naturales en tribus indígenas en las que se muestran como en comunidades enteras no se asoma la posibilidad de que un parto pueda ser doloroso.

El útero está compuesto de tejido muscular que es flexible y elástico, dos cualidades que le permiten sostener al bebé en contra de la gravedad y al mismo tiempo distenderse para que salga al final del embarazo. Este tejido muscular está compuesto por tres capas de haces de músculos: las longitudinales, las circulares y las intermedias. Las circulares y las longitudinales trabajan en conjunto de forma sincronizada en las contracciones y expansiones del útero durante el trabajo de parto. Mientras que las intermedias rodean los vasos sanguíneos que suministran oxígeno al feto y retiran los productos de desecho. Entonces, durante el trabajo de parto, mientras las longitudinales empujan hacia afuera, las circulares, que son más abundantes y cerradas más cerca del cérvix, deberían distenderse para ayudar a su apertura. Según Leboyer, autor del libro “Por un nacimiento sin violencia”, este movimiento de contracción y expansión del útero, de ser armonioso, debería ser tan suave y continua como la respiración de un bebé.

Ahora, los músculos longitudinales están conectados al sistema nervioso parasimpático que se activa en estados de relajación, mientras que los circulares están conectados al sistema simpático, que es el que responde a las situaciones de estrés. Lo que significa que en un estado de relajación con los sistemas de alerta y estrés apagados, los longitudinales pueden funcionar más efectivamente y los circulares se mantendrían relajados estimulando la apertura del cérvix, trabajando así acompasadamente y evitando los calambres en cada contracción. Sin embargo, si el sistema simpático está activo debido a un estímulo estresante, los circulares ofrecen resistencia al movimiento de los longitudinales, lo que crea los calambres en cada contracción.

Cuando entendemos el funcionamiento del útero, nos damos cuenta que para que un parto sea placentero y orgásmico, necesitamos intimidad y seguridad para que los mecanismos de estrés se mantengan apagados y nuestros haces circulares puedan distenderse y trabajar en armonía con los longitudinales. 

Masaje

En mi experiencia, esta es una de las técnicas favoritas de las parturientas al momento de parir. Ya sea que la doula o la pareja esté ofreciendo el masaje, acariciar y presionar  la zona baja de la espalda, la barriga o los pies suele ser muy placentero y relajante para la mamá.

No hay una forma específica de masajear para el alivio del dolor. Tampoco hay que ser un masajista experto/a para hacerlo. Simplemente con poner atención donde la madre se pone la mano cuando siente la contracción nos da un indicio de dónde debemos masajear. Siempre es importante observar o preguntar a la madre para saber cómo se siente lo que estamos haciendo. A veces un poco más o un poco menos de presión hace toda la diferencia.

Una de las técnicas que me gusta usar con el masaje es la acupresión, especialmente el V32 CiLiao, que ayuda no sólo a manejar el dolor, sino también estimula las contracciones uterinas. Se localiza midiendo un dedo (de la madre) por encima de la línea interglúteo y un pulgar (de la madre) por fuera de la columna vertebral. Está por encima de los hoyuelos que se forman en la parte baja de la espalda. Se siente la ligera hendidura del sacro donde se encuentran. A medida que el trabajo de parto va avanzando, podemos hacer presión en estos puntos y deslizar los dedos hacia el centro y hacia abajo formando una v pequeña.

Agua caliente

Las mujeres embarazadas se sienten naturalmente atraídas por el agua. No es algo que le pase a absolutamente todas, pero si a un gran número de ellas. Incluso aquellas que no tienen contacto regular con el agua o que ni siquiera saben nadar, al momento de parir sienten el deseo de sumergirse.

El agua, a temperatura del cuerpo, es una de las mejores aliadas contra el dolor.  Ya sea que tengas una piscina de parto o una simple ducha de agua tibia, la sensación de relajación cuando la espalda de la mamá se encuentra con el agua hace que el dolor disminuya significativamente Y la relajación es tan evidente que suele venir acompañada de un suspiro al entrar en ella.

Además de eso, si se usa el agua cuando el trabajo de parto está avanzado (más de 5cm de dilatación), puede hacer que éste se acelere al mismo tiempo que ayuda a la relajación de la madre. Sin embargo también hay casos en los que el trabajo de parto se detiene o que las contracciones reducen su intensidad y frecuencia. En estos casos, lo más recomendable es que la parturienta salga del agua.

Posiciones antálgicas

Las posiciones antálgicas (verticales) son una de las formas de alivio del dolor más subestimadas por la medicina convencional, que obliga a la mamá a estar acostada la mayoría del trabajo de parto. Además de que estar acostadas no permite una circulación de oxígeno estable para el/la bebé, muchas mamás registran que las contracciones se sienten más dolorosas mientras se encuentran acostadas.

Hay muchas otras posibilidades además de la posición acostada: semi-sentada, cuatro puntos (con pelota o apoyada de las piernas del acompañante), cuclillas. Muchas de estas posiciones permite al padre apoyar físicamente a la madre durante el trabajo de parto. De pie, frente a frente, la madre se puede apoyar del cuello, la cintura o los brazos del padre permitiéndole a él involucrarse en el proceso y ayudándola a ella a sentirse acompañada y sostenida por el padre del bebé. También se puede usar una cuerda o pedazo de tela agarrado del techo o alguna pared para sostener a la mamá, o turnarse entre los diferentes acompañantes, siempre dejando que la madre decida quién ella quiere que la sostenga en cada momento.

Además de eso, adoptar una posición vertical al momento del parto facilita la salida del bebé (gracias a la gravedad) y ayuda a evitar desgarros.

Respiración

La respiración es una de las herramientas más accesibles y comunes para usar durante el trabajo de parto para el manejo del dolor. Hay muchas formas de respirar durante el trabajo de parto. La que suelo recomendar es la respiración para la contracción según Lamaze. Primero dos respiraciones profundas para darle la bienvenida a la contracción, luego jadeos superficiales (como si estuvieras haciendo un ejercicio intenso, ¡que lo estás!) durante toda la contracción y luego dos respiraciones para agradecer la contracción. Esta respiración me gusta porque es una forma de comunicación fácil con los acompañantes, que gracias a las dos respiraciones profundas saben cuando viene la contracción; y positiva con el proceso de parto, ya que en lugar de temerle y sentir que quiere escapar de su propio cuerpo, la madre le da la bienvenida da la contracción consciente de que gracias a ellas su bebé está naciendo. Y cuando la contracción se va, se despide de ella en agradecimiento. Para muchas mamás es difícil hacer esto, pero un pequeño cambio de pensamiento es muy efectivo durante el trabajo de parto.

Si el jadeo es muy intenso para la madre o siente que la hace hiperventilar, recomiendo respiraciones profundas que pueden venir acompañadas de una visualización sencilla imaginando que cada contracción es como las olas del mar yendo y viniendo o acompañada de un poco de música relajante que permita a la madre concentrarse en algo agradable mientras la contracción pasa.

Sin embargo, al final siempre lo mejor es que la madre respire como lo sienta, ya sea respiraciones superficiales o profundas durante las contracciones. Lo que sea que le sirva. En lo que siempre hago hincapié es que sea una respiración consciente y controlada, evitando siempre los jadeos de pánico, porque eso manda mensajes de miedo al cuerpo que hacen que sienta más dolor con cada contracción.

Una doula

Sí, ya sé que dije que eran 5 estrategias y es que no puedo evitar, siendo una doula, no recomendarle a las mamás que consigan una. Considero que si estás apuntando a un parto sin dolor, placentero y feliz, una doula es una herramienta fabulosa para lograrlo, no sólo para ti, sino también para la familia que te acompaña. Tener a alguien que sabe cómo se desarrolla el trabajo de parto puede ser muy tranquilizante para todos, lo que eventualmente ayuda a la madre al no tener que preocuparse porque su familia está preocupada por ella. La doula puede conversar con ellos antes (preferiblemente) y durante el trabajo de parto, ofreciéndoles palabras de seguridad que los ayude a mantenerse tranquilos.

Ahora sí, éstas son estrategias sencillas que cualquier madre en trabajo de parto puede usar para tener una experiencia de parto más placentera.

Si has usado alguna u otra estrategia para manejar el dolor durante el trabajo de parto, cuéntanos más abajo en los comentarios.

Fuentes consultadas:

Pariremos con placer de Casilda Rodrigañez.

El agua, la vida y la sexualiad de Michel Odent.

Alivio natural del dolor durante el parto con técnicas naturales: Acupresión de Debra Betts.

Cuidados Femeninos

4 preguntas que debes hacerte si quieres mejorar tu dieta.

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He estado pensando desde hace algunas semanas escribir una entrada sobre la alimentación para una menstruación armoniosa. Leía, pensaba, planificaba hasta que llegó mi Luna. La sentí llegar como siempre, con un leve dolor de vientre que estuvo sostenido por un par de horas. Luego del almuerzo, me tomé una taza de café. Mientras la tomaba, algo dentro de mí me dijo que no debía hacerlo, que no me haría bien y recordaba todas las veces que había escuchado y leído sobre lo contraproducente que es la cafeína para la menstruación, peeeeero igual lo hice porque me encanta el cafecito de la tarde. Como era de esperarse, el dolor de vientre incrementó, así que me envolví en mi trapito suave como he hecho ciclos anteriores para contrarrestar el dolor pero no funcionó. Antes de dormir tuve que tomar un ibuprofeno, porque si no, sabía que despertaría varias veces durante la noche. Los tres días siguientes no consumí nada de café. El dolor no regresó.  Ahí me cayó la locha, como dicen en mi tierra. Y esta entrada cobró forma. (Actualización: Luego aprendí que no es el café, sino a el azúcar y la leche. En cantidades moderadas, el café puede ser bueno para los dolores menstruales. Pronto más sobre esto.)

Comer sano es muy importante, eso ya lo hemos escuchado una y otra vez hasta el cansancio, pero, ¿Qué significa comer sano? y ¿Por qué deberíamos comer sano?

Hay alimentos malos y alimentos buenos, evidentemente, pero también hay cuerpos con reacciones distintas por lo que es muy difícil generalizar y decirle a todas coman esto y no coman aquello. Además, si ya me has leído antes, sabes que ese no es mi estilo. Por eso y siguiendo mi propia intuición, preferí dejarles algunas preguntas para autoexplorarnos y determinar qué significa comer sano para cada una de nosotras. Recordemos que  una alimentación sana y balanceada nos ayuda a regular nuestro cuerpo y sanar desarmonías menstruales y eso es una EXCELENTE razón para intentarlo, pero todas somos distintas así que cada una deberá decidir por sí misma los alimentos que comerá y evitará.

¿Qué estoy comiendo?

Para responder a la pregunta sobre lo que significa comer sano, es importante que reflexionemos sobre los alimentos que estamos consumiendo cada día y, más importante aún, sobre la forma en la que los estamos consumiendo. Una buena forma de hacer esto es llevando un diario de lo que comemos. Por un par de semanas, al final del día, podemos anotar absolutamente todo lo que comimos durante la jornada. Si en la noche no recordamos lo que comimos más temprano, es porque no estamos prestando atención a lo que estamos consumiendo. Cuando no prestamos atención a lo que estamos consumiendo, es más difícil disfrutar y asimilar los alimentos que consumimos. Con tan sólo ponerle un poco de consciencia a lo que comemos y cómo lo comemos, ya sabremos qué es lo que nuestro cuerpo quiere y necesita a cada momento.

¿Realmente quiero comer eso?

Si la respuesta es un rotundo SÍ, pues ¡adelante!, cómelo y disfruta de cada bocado, así sea de esos alimentos que no son “buenos” para nosotras.

Si la respuesta es no, pues no lo consumas. Si no puedes evitarlo porque alguien más compra y/o cocina tu comida, intenta buscar la forma de alejar ese alimento que no quieres o no te cae bien de tu dieta. Considera comprar y preparar tus propios alimentos siempre que sea posible.

Ahora, si no estás segura, porque es un alimento que te gusta pero que crees que no te cae muy bien, te recomiendo que dejes de consumirlo por unas semanas y luego intenta consumirlo de nuevo a ver qué tal. A veces nuestro cuerpo está acostumbrado a ciertos alimentos y a las sensaciones que nos produce, pero una vez que sacamos esa sensación de nuestro día a día es más sencillo darnos cuenta de cómo nos afecta y si vale la pena seguir consumiéndolo. ( Actualización: Nuestro cuerpo suele tener antojos de los alimentos que no nos hacen bien, como lácteos, el azúcar y el gluten, en formas de pan y tortas. 8 semanas es un buen tiempo para tomarse un receso de estos alimentos y ver cómo se siente realmente nuestro cuerpo.)

¿Este alimento me hace bien?

Una vez que sepamos qué alimentos queremos comer es hora de evaluar si realmente son buenos para nosotras. Por ejemplo,  a mí me encanta el queso, lo amo. Además en Venezuela tenemos una amplia variedad de quesos frescos que son para chuparse los dedos, pero el queso no me hace bien. El queso hace que el cuerpo produzca flema y yo ya tengo mucha flema en mi sistema digestivo y con frecuencia, después de un desayuno con mucho queso, empiezo a toser con flema. Al rato se me quita, pero me sirve de recordatorio. Como sé que el queso no me hace bien, busco reducir su consumo. Lo ideal sería eliminarlo por completo, pero no quiero. Amo el queso y aún no estoy lista para dejarlo.

Sin embargo, preguntarme si lo que estoy consumiendo me hace bien ya me ayuda a reflexionar sobre mis verdaderas razones por las que decido comer ciertos alimentos. El queso, por ejemplo, es para mí una cuestión de costumbre, así que trato de consumir un poco menos cada día hasta que me sienta cómoda eliminándolo por completo. Una vez que nos hacemos conscientes de las razones por las que consumimos determinados alimentos, podemos crear una estrategia que no se sienta forzada y que tenga como meta principal  que nuestro cuerpo se sienta mejor. Es importante no obligarnos a dejar ningún alimento, porque si nos obligamos a dejar algo, muchas veces eso se traduce en que más adelante nos demos un atracón a escondidas (si alguna vez has hecho dieta, sabes de lo que hablo).

La mejor estraegia es que reconozcamos que escoger alimentos que sean buenos para nuestro cuerpo es una forma de expresar amor por nosotras mismas, y nosotras nos amamos mucho muchísimo. ❤

¿Me siento bien comiendo esto?

“El sentimiento de culpabilidad es uno de los peores alimentos para los intestinos.”

Bill Tims, asesor macrobiótico

Si son las 12 de la noche y estoy escondida comiéndome un pedazo de torta de chocolate, definitivamente no lo estoy haciendo bien. No podemos comer a escondidas, ni del qué dirán, ni de la culpa. Nada de eso nos hace bien. Recordemos que cuando comemos, no sólo alimentamos nuestro cuerpo sino también nuestras emociones, porque todo en nuestro ser está conectado. Si emocionalmente no nos sentimos bien por lo que estamos comiendo, entonces deberíamos dejar de consumirlo. Ahora, si realmente queremos comernos el pedazo de torta, entonces démonos el gustazo del año. A mí me encantan las tortas de chocolate, pero no quisiera comerlas todos los días y menos atragantarme una a las 12 de la noche por miedo a que me descubran in fraganti. Lo que sí quiero es comerme una torta de chocolate deliciosa, poquito a poco y que cada bocado se derrita en mi boca dejándome el sabor a chocolate impregnado para seguir deleitándome en ella muchas horas después de haberla terminado (¿sí ven a dónde voy?). Y no sólo quiero comerme la mejor torta de chocolate del mundo, sino disfrutarla bocado a bocado y además quiero comerla en una cita romántica con mi compañero o en un paseo con mis amigas, porque comer con personas que también disfruten de la comida es fabuloso. Por otro lado, comer con personas que nos hagan sentir mal por lo que estamos comiendo no nos hace nada bien. Es mejor disfrutar de tu torta de chocolate en soledad a tener gente criticando lo que comes porque “tiene demasiadas calorías”. Definitivamente, no necesitas ese tipo de negatividad en tu vida 🙂

Para llevar un registro de lo que comemos y demás aspectos importantes relacionados con nuestra dieta, les dejo este archivo. Solo tienen que hacer una copia a su drive y listo. 🙂

Ahora quisiera que me contaran, ¿cuál de estas estrategias sienten que necesitan implementar en sus hábitos alimenticios? y ¿cuál otra estrategia han llevado a cabo que ha mejorado su alimentación?

Fuentes consultadas:

Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer de Christiane Northrup.

Cuidados Femeninos, Sabiduría Femenina

El trance del juicio y la comparación

9Este mismo cuerpo que está sentado aquí mismo, con sus dolores y placeres… es exactamente lo que necesitamos para ser completamente humanas, completamente despiertas, completamente vivas.

Pema Chödrön

Imagínate a tí misma de pie desnuda. Detrás de ti está tu madre, desnuda también. Y detrás de ella tu abuela. Detrás de ella está la abuela de tu abuela, y detrás de ella está su madre. (Puedes incluso, en tu imaginación seguir este linaje de regreso hasta la primera madre.) Todas ellas están desnudas.

Si por un momento miras desde lejos esta fila de cuerpos, sus formas y tamaños, verás que tu cuerpo probablemente tiene una forma similar a la mujer detrás de ti y que ellas tienen rasgos corporales similares a la mujer detrás de ellas. Estas son formas que han sido pasadas a través de las generaciones.

Desde esta perspectiva descubrimos que la forma de nuestro cuerpo tiene un propósito completamente distinto a simplemente conformarse con la moda de nuestra década. La forma de nuestro cuerpo fue creada hace mucho tiempo y heredado a través de las generaciones. Cuando juzgamos nuestros cuerpos y los comparamos a los patrones culturales dictados por la sociedad que dicen cómo se deberían ver los cuerpos, también estamos juzgando nuestro linaje femenino. Compararlo con la moda de hoy en día es juzgar un proceso evolucionario que sirve a un propósito más profundo que la necesidad inmediata de encajar.

Quizás las mujeres que están de pie detrás de ti, también juzgaron sus cuerpos. Quizás ellas tampoco calzaban en el ideal de perfección de la época. Tómate un momento para sentir todos estos cuerpos, como ellos hicieron lo mejor que pudieron, corazones que laten, pulmones que respiran, todas las células y la sangre trabajando duramente por mucho años sin ser apreciadas, porque estamos todas atrapadas en el trance de la comparación.

Nosotras no juzgamos nuestros órganos internos tan fácilmente. Nosotras no hacemos los mismos comentarios dementes sobre el resto de nuestro cuerpo, solamente sobre nuestra apariencia externa. Juicio, crítica y comparación son todas patrones de pensamiento y programaciones que hemos recibido del entorno y que inconscientemente hemos seguido reforzando. Son sólo el resultado de la tendencia social de hacer del cuerpo un objeto, que está profundamente arraigada en nosotras.

Es natural amar y sentirse atraído por la belleza. Nos emociona y fascina. Cuando alguien reconoce la belleza en el color de nuestros ojos o en la curva de nuestras piernas, puede sentirse nutritivo y revitalizante. Esto no cierra automáticamente nuestra presencia, sino por el contrario, nos relaja y nos abre de manera que nuestra luz pueda brillar mucho más. Nuestro sufrimiento empieza cuando dejamos de sentir a nuestro cuerpo desde adentro, y lo vemos como un objeto a través de los ojos de los demás.

La autora francesa Simone de Beauvoir escribió en el Segundo Sexo como esta pérdida de una misma, desde adentro, es una forma de hipnosis que puede reprimir grupos de personas. Por ejemplo, cuando la clase más baja se percibe a sí misma de la misma forma como es percibida por la clase más alta, sin valor.

De una forma similar, por siglos colectivamente las mujeres han sido consideradas objetos de belleza y sexualidad y esto en muchos niveles nos ha atrapado en concepto distorsionado de autoestima y belleza. En las películas podemos ver cómo esto ha sido llevado a los extremos al usar a las mujeres exclusivamente como decoración. Lo vemos en vídeos musicales y en publicidad y en la explosión de la industria pronográfica en internet. Es demasiado sencillo catalogar a los hombres como el grupo abusivo en este asunto. El problema recae también en la relación con lo femenino, que todos nosotroas, hombres y mujeres, tenemos y podemos empezar el proceso de liberación cuestionándonos nuestras propias creencias y juicios.

Siente tu cuerpo  tal y como es ahora mismo. Tu corazón todavía está latiendo lealmente, tus células están haciendo su trabajo con sinceridad. Aún si tienes una enfermedad, puedes estar segura de que tu cuerpo está haciendo lo mejor que puede para sanar. Siente tu cuerpo desde adentro, como el milagro que es. Cambia con las estaciones y con los ciclos de la luna. Es un organismo tan perfecto que con la nutrición y cariño apropiado se moverá y crecerá y amará en su propia y perfecta manera. Sin embargo, cuando caemos en el trance del juicio y la comparación, ya no estamos presentes en nuestro cuerpo. Las consecuencias de este comportamiento son muchas:

Nos separamos de nuestra conexión con nuestra sabiduría interna.

¿Cómo podemos escucharnos si diariamente nos aturdimos con un coro cacofónico que nos dice lo mal que nuestro cuerpo está? ¿Cómo podemos conectar con la sabiduría de nuestro útero, de nuestras vísceras, cuando estamos usando un cinturón tan apretado que casi no podemos respirar? Perdemos la habilidad de sentirnos conectadas con las leyes de la naturaleza, desde adentro.

Creamos competencia venenosa.

Cuando medimos nuestro cuerpo dentro de los estándares establecidos, perdemos la habilidad de ver y honrar la belleza en cada una de las expresiones de lo femenino. La visión de los pechos hermosos de una mujer nos hace encojernos y compararlos a los nuestros. Ahogadas en un caldo amargo de competitividad, también buscamos las fallas en las otras mujeres para hacernos sentir mejores, olvidando que estamos juzgando una expresión única de lo femenino. Esto daña nuestra conexión con nosotras mismas, ya que empezamos a juzgar lo femenino en nosotras también.

Limitamos nuestra percepción de la belleza.

Por vernos a  nosotras mismas y otras mujeres desde afuera en lugar que desde adentro, perdemos una expresión total de la belleza, que es multidimensional y permea hacia todas las cosas. Podemos reconocer la belleza a través de nuestros ojos, pero la belleza puede también sentirse a través de nuestra piel, cuando nos abrimos a la risa e incluso al dolor. Podemos sentir la belleza como una cualidad intrínseca de la vida en sí misma. Cuando la vemos solamente superficialmente, estamos viendo la belleza separada de nosotras mismas, ignorando la unidad que habita en la profundidad de nuestro ser y que anhela ser vista.

Perdemos nuestros límites sanos.

Cuando objetivizamos nuestros cuerpos, dejamos de prestarle atención o de confiar cuando percibimos, dentro de nosotras, que algo anda mal. Si una persona se acerca a nosotras más de lo que nos hace sentir cómoda, normalmente percibimos esto como una tensión en algún lugar de nuestro cuerpo, quizás en la barriga, y podemos alejarnos o mantener claros nuestros límites. Cuando no estamos presentes en nuestros cuerpos, no registramos estas señales saludables, y podemos terminar siendo violadas psíquica o físicamente. Muchas mujeres reportan sentirse atrapadas en la imagen de la niña buena, la versión espiritual de esto es tener el corazón abierto, tanto que se encuentran siempre ocupadas complaciendo a otros incluso a personas que son abusivas con ellas. Ellas no pueden sentir el no que viene desde adentro, y si lo sienten, no confían en el.

Los hábitos de juicio y comparación suelen estar muy dentro nuestro. Una vez que sentimos que los hemos sacado de nuestra vida otra capa se revela. Mientra estamos restaurando nuestra relación con nuestro cuerpo, lo femenino espera pacientemente adentro a ser revelado y compartido. He encontrado que participar en Círculos de Mujeres me ha concedido apoyo y despertar para ver estos hábitos.

Es necesario el compromiso, el apoyo sensible y la cruda verdad para encontrar nuestro camino atravesando el espeso bosque de creencias y acercarnos más a nuestros cuerpos.

Cuando una mujer habita  todas las curvas de su cuerpo se siente relajada, abierta y suave. Quizás has notado lo reconfortante que es estar en la presencia de una mujer que está en su propio cuerpo. Es un resplandor sanador que emana a través de todas las edades y colores de piel, de todas las formas y tallas. Es el resplandor de un corazón inocente, de sentimientos que se sienten enteramente. El brillo viene de una intimidad con el momento presente.

El vientre relajado de una mujer te hace rendirte a la confianza. De sus caderas completamente habitadas emana vitalidad, y su rostro te hace recordar ese amor del que una vez naciste. Sus ojos miran sin miedo a lo más oscuro de tu ser. Un cuerpo como este no activa tu mente comparativa, porque tu corazón ha sido involuntariamente tocado y tú eres sutilmente guiada de regreso a las profundas aguas de la existencia.

Traducción libre de: http://awakeningwomen.com/2012/05/12/the-trance-of-judgment-and-comparison/?doing_wp_cron=1360614841.1603209972381591796875