Anteriormente les he compartido entradas sobre los métodos de anticoncepción natural, cómo funcionan y cómo usarlos, pero para usar estos métodos adecuadamente no podemos simplemente seguir una lista de instrucciones, sino adentrarnos en un proceso sostenido de autoobservación que promueve el autoconocimiento. Este proceso no se detiene, por lo que recientemente he estado leyendo de nuevo sobre ellos y me encontré con el término fertility awareness -conciencia de la fertilidad- el cual me pareció muy acertado porque refleja el estado que se logra al usarlos.
La conciencia de la fertilidad significa observar constantemente las señales que nos brinda nuestro ciclo menstrual, lo que nos permite re-conocernos y relacionarnos más cercanamente con nuestro cuerpo. Desarrollar esta conciencia es la clave para que los métodos de anticoncepción natural funcionen ya que el cuerpo, así como la naturaleza, es perfecto más no exacto. No ovulamos ni menstruamos como un reloj, siempre el mismo día a la misma hora, por lo que la observación diaria es esencial para detectar nuestro propio ritmo durante cada ciclo. Claro que suena cansón eso de estar observándonos constantemente, pero la verdad es que una vez que tomamos conciencia de la fertilidad, se vuelve tan natural como caminar.
Para alcanzar este estado de conciencia de la fertilidad es necesario un aprendizaje permanente, tanto de los métodos como de nuestro cuerpo. En teoría, nuestro cuerpo da señales específicas: el moco cervical va de seco a pegajoso a clara de huevo a seco de nuevo, nuestra piel se muestra distinta, más tersa y suave durante la ovulación al mismo tiempo que nuestro deseo sexual aumenta, la temperatura basal tiene un pico alrededor de la mitad de nuestro ciclo y se mantiene así hasta la menstruación. Y por supuesto que todo esto es así, más no todas las mujeres lo experimentan de la misma forma: algunas no sienten mucha diferencia en su deseo sexual o apenas notan la transformación de su moco cervical, por lo que estar presente y observar los cambios en nuestro propio cuerpo, nos ayuda a desarrollar la atención y el discernimiento necesarios para que el método funcione.
Además, la conciencia de la fertilidad es holística, involucrando por igual la concepción y la anticoncepción, a nosotras y a nuestras parejas con nuestros cuerpos y nuestro ciclo. Si usamos la conciencia de la fertilidad para la anticoncepción, ganamos mucho conocimiento sobre nuestros propios cuerpos, pero si la usamos para concebir podremos estar conscientes de todo lo que ocurre al momento de crear una nueva vida lo que sería un impacto significativo para nosotras y la sociedad.
La conciencia de la fertilidad nos trae un sin número de beneficios que van desde mejorar nuestra relación con nosotras mismas y con nuestras parejas, a tomar decisiones con respecto a nuestra sexualidad de forma consciente, que a su vez tendrán un impacto significativamente beneficioso en nuestras vidas.
¿Usas los métodos de conciencia de la fertilidad? ¿Cuál crees que ha sido el mayor beneficio que te han brindado? Cuéntame en los comentarios.
Hace algunos meses escribí unas entradas muy populares sobre los métodos de anticoncepción hormonales y los métodos de anticoncepción natural, y a partir de ahí muchas chicas me preguntaron cómo hacer la transición a la anticoncepción natural. Entendí que una cosa era conocer los métodos de anticoncepción natural y otra muy distinta era aventurarse a usarlos. Es por eso que les traigo esta entrada, un poco anecdótica, sobre cómo lograrlo sin quedar embarazadas en el intento.
Toma la decisión y asume responsabilidad.
Un día en Diciembre decidí dejar de tomar anticonceptivos hormonales. Simplemente lo sentí. “¿Qué vamos a hacer ahora?”, me preguntó mi compañero. Yo no tenía ni idea. No es fácil pasar de las pastillas al método del ritmo, pero ahí me fui acostumbrando. Lo que escuchaba y leía sobre la inefectividad de los métodos naturales me hacía sentir más insegura, pero algo dentro de mí decía que ésa era la mejor decisión. Tuve miedo muchas veces y tuve unos pelones peligrosos también. Cada vez que me equivocaba con el ritmo, recordaba la responsabilidad que había asumido. Eso es lo más importante: asumir la responsabilidad que tomamos y lo que significa olvidarnos de ella, porque con los métodos de anticoncepción natural ganamos autonomía, pero también una gran responsabilidad. Es lo que hace la diferencia entre que el método funcione o falle.
Comunícalo a tu pareja
Para mí, una de las grandes ventajas de usar los métodos naturales es que involucramos a nuestra pareja. Generalmente cuando las mujeres consumen pastillas anticonceptivas, los compañeros lo dan por sentado y a veces ni se enteran. Lo que significa que la responsabilidad de la anticoncepción recae únicamente sobre la mujer. Y la verdad es que se necesitan dos para concebir.
Esta es una conversación que se tiene varias veces. La pareja no sólo tiene que estar al tanto y apoyando lo que ocurre. También conocer los métodos de anticoncepción natural y el ciclo menstrual de la mujer para que pueda estar al tanto de los cambios en el cuerpo de nosotras. Lo que hacemos mi pareja y yo es que constantemente le estoy informando sobre la fase menstrual en la que estoy, el día de mi ciclo y el inicio y fin de la ventana de fertilidad. Al principio él no lo recordaba mucho, pero con el paso del tiempo él se ha vuelto más consciente de mi ciclo menstrual y a veces él me debate si es un día seguro o no.
Conoce el ciclo menstrual y TU ciclo menstrual.
Los métodos de anticoncepción natural que yo recomiendo también se llaman métodos de observación del ciclo, por lo que conocer el ciclo es una pieza clave para lograrlo. El ciclo menstrual es una danza hormonal que mueve nuestro cuerpo, luna a luna. Esta danza tiene sus fases, cada una con sus propias características. Sin embargo, a pesar de que el ciclo menstrual ocurre a todas las mujeres, no es exactamente igual en cada una. Es por eso que es tan importante conocer nuestro propio ciclo menstrual. Conectar con nuestro cuerpo, conocerlo y escucharlo es clave para que el uso de los métodos de observación sea sostenible.
Investiga sobre los métodos naturales.
Yo he escrito un poco por acá al respecto, pero siempre es bueno investigar de varias fuentes. Hay muchos métodos de anticoncepción natural. Estudia todos los que encuentres y escoge el que te convenga más. Yo recomiendo que usar al menos dos. Yo uso tres: calendario para llevar la cuenta, temperatura basal para saber cuándo ovulo y moco cervical para ir observando atentamente mis días pre-ovulatorios que son los más críticos en la anticoncepción. Estos tres métodos son los más populares entre las mujeres que se cuidan naturalmente, pero hay otros que también pueden servirte. No te quedes sólo con una experiencia, averigua sobre experiencia de otras mujeres y habla con mujeres de tu entorno que los usen. La información que consigas y las experiencias que compartas te ayudarán a confiar más en ti misma y en el proceso que estás viviendo.
Importante: El método de calendario por sí sólo no es suficientemente efectivo para prevenir un embarazo, ni para crear conciencia de la fertilidad. Es un buen lugar para empezar porque vas haciéndote consciente del tiempo y tu propio cuerpo, pero siempre debe ser usado con el método del moco cervical y/o temperatura basal. Estos últimos te darán información más exacta sobre los días fértiles.
Anota tus observaciones
Escoger un método natural no es lo mismo que usar métodos hormonales, no es sólo abrir el empaque y consumir. Cada cuerpo es distinto y una cosa es la teoría y otra muy distinta es la práctica. Entonces, no es sólo escoger los métodos naturales que usarás sino llevar un registro de cómo te resultan. Este registro te servirá para tener más claro cómo se mueve tu cuerpo. No podemos confiar todo a la memoria. El diario lo puedes llevar tanto de forma tradicional, lápiz y papel, o usando una aplicación como Kindara. Dependiendo del método que escojas puedes llevar registro de diferentes cosas. Yo por ejemplo registro los días que empieza y termina mi periodo, los cambios en el moco cervical y la temperatura, los cambios de humor que tengo, las fases de mi ciclo menstrual, cómo se siente mi cuerpo en cada fase, etc. Todas esas cosas me sirven para saber en qué momento de mi ciclo estoy y saber si es seguro tener coito o no.
Toma precauciones extra durante la etapa exploratoria.
Tomará tiempo desde que decidas usar los métodos naturales hasta que puedas confiar plenamente en ellos como tu única medida de anticoncepción. Durante este tiempo de transición a la anticoncepción natural es importante tomar medidas de precaución extra. Una de esas medidas puede ser usar condón en cada coito que tengas durante varios meses, mientras te acostumbras a entender el lenguaje de tu cuerpo. Otra medida, una vez que ya conozcas un poco sobre los métodos de observación del ciclo, es tener una ventana de fertilidad que sea bastante larga, de más de 10 días. Así disminuyes las posibilidades de que el método falle.
Disfruta de tu sexualidad
Esta es la parte más rica de usar métodos de anticoncepción naturales y es una buena recompensa que ayudará a que la transición a la anticoncepción natural sea más placentera.
Considero que las pastillas anticonceptivas son limitantes porque nos hacen asumir que el sexo es siempre coito, cuando hay muuuucho más que eso: sexo oral, masturbación mutua o no, juego previo, por nombrar las más comunes. Y hay mucho más en la sexualidad que el sexo. Las caricias, compartir momentos de intimidad con la pareja como hablar en la cama, cocinar juntos, ir de paseo o de viaje, también son parte de nuestra sexualidad. Porque la sexualidad es principalmente crear algo desde el amor, por algo le decimos “hacer el amor” ;).
Usar los métodos de observación nos abre las puertas a vivir una sexualidad más variada que dependerá del día de nuestro ciclo. Cuando usamos los métodos con hormonas sintéticas nos perdemos de esta diversidad de días en nuestro ciclo menstrual. Disfrutar del deseo sexual que surge con la madre cuando estamos ovulando, o de esa sexualidad desinhibida del arquetipo de la hechicera, o de la invitación a ir a lo profundo de nosotras mismas con la anciana, es encantador y, sólo por eso, vale la pena probar.
¿Has probado con los métodos de anticoncepción natural? ¿Cómo ha sido tu experiencia?
Ya les hablé en el artículo pasado de los peligros de los anticonceptivos hormonales y de mi decisión por dejarlos. Ya hace más de cuatro años de eso. Cuando decidí que ya no tomaría más pastillas anticonceptivas empecé a investigar sobre los métodos naturales de anticoncepción. Recordé vagamente unas clases en el liceo que explicaban el método del ritmo y que decían que era lo más inseguro que podías hacer con tu sexualidad. Tuve miedo, muchísimo, porque no estaba (ni estoy) dispuesta a tener bebés en es(t)e momento de mi vida. Seguí investigando y supuse que en el peor de los casos podría simplemente cuidarme con condón para siempre, aunque la idea de contaminar cada vez que tenía relaciones sexuales me atormentaba, intuí que seguramente encontraría la forma de que no fuese siempre siempre.
Para darles un poco de contexto, tengo una pareja estable desde hace más de cinco años. Cuando decidí dejar las pastillas estaba ya con mi compañero y él no se resistió ni un poquito a que las dejara, más bien respiró aliviado porque ya no estaría envenenando mi cuerpo para evitar un embarazo. Fue muy receptivo y de gran apoyo para mi sobre todo porque cambiar nuestra forma de protejernos también incluiría cambiar nuestro enfoque hacia la sexualidad. Así que durante los últimos tres años he estado usando método de anticoncepción natural o conciencia de la fertilidad estando en una relación estable y teniendo sexo con regularidad, y me ha funcionado bien. Sin embargo, en el caso de sexo casual, siempre es importante el uso preservativo, ya que nos protege tanto de embarazos no deseados como de enfermedades de transmisión sexual.
¿Qué necesitas saber antes de empezar?
El óvulo tiene un tiempo de vida de tan solo 48 horas. Es decir, que si un espermatozoide llega después de pasadas 48 horas desde su liberación, no podrá fecundarlo.
El espermatozoide tiene un tiempo de vida en el útero de hasta 7 días (algunos estudios dicen que 5 pero vamos a darle el máximo, sólo para estar seguras). Es decir, que si tienes relaciones sexuales dos, tres y hasta siete días antes de que se produzca la ovulación, podrías quedar embarazada.
Para que el embarazo ocurra, el espermatozoide y el óvulo tienen que encontrarse dentro de estos tiempos de vida y siempre en la trompa de falopio.
El viaje que hace el espermatozoide hasta la trompa de falopio puede durar de cinco minutos a una hora.
Los espermatozoides, a pesar de que los protege el acrosoma, sobreviven en un ambiente alcalino. El ambiente de la vagina es generalmente ácido. Sin embargo, durante la ovulación, la vagina se alcaliniza para permitir que los espermatozoides sobrevivan.
Todos, absolutamente TODOS los métodos de anticoncepción (hormonales, de barrera, intrauterinos, y a veces incluso los quirúrgicos) tienen un porcentaje de fallo.
Opciones naturales.
Método de Calendario:
Este método es para mi la base de todo. Es el método de control de natalidad más antiguo y consiste en que la mujer intenta predecir la ovulación usando un cálculo basado en la duración de sus ciclos menstruales anteriores. La fórmula de acuerdo a este método es la siguiente: Duración del ciclo más corto menos 18 días (X) Duración del ciclo más largo menos 10 días (Y). Para evitar el embarazo la mujer cuenta el primer dia de menstruacion como dia 1 y se abstiene de las relaciones sexuales entre los días “X” y “Y”. Mi ciclo menstrual es de 26 días aproximadamente. He tenido ciclos cortos de 24 y largos de 27. Entonces, al ciclo corto de 24 días le resto 18 y me da 6 y al más largo, de 27 días le resto 10 y me da 17. Según el método de calendario, debería abstenerme de tener coito entre los días 6 y 17 de mi ciclo menstrual. Sin embargo, los días de ovulación pueden variar debido a diversos factores hormonales y emocionales y de cambio de rutina como: alimentación, estrés, anticonceptivos de emergencia, viajes, etc. Es por eso que este método se puede usar como base pero siempre en conjunto con los métodos de temperatura basal y moco cervical.
Importante: Este método por sí solo no es fiable para protegerse de un embarazo. Es un buen lugar para empezar a llevar la cuenta de tu propio ciclo y saber donde anotar tus observaciones, más debe ser usado siempre junto con el moco cervical o la temperatura basal.
Método del moco cervical
Imagen de Helecho Verde
También conocido como método de Billings consiste en la observación del moco cervical que segrega el cuello uterino. Este moco tiene la finalidad de favorecer la supervivencia y el desplazamiento de los espermatozoides desde la vagina hasta las trompas.
A lo largo del ciclo menstrual la consistencia y aspecto del flujo van cambiando desde cremoso, espeso, blanco hasta líquido, elástico y transparente como la clara de huevo, para volver a ser cremoso y opaco o desaparecer nuevamente. Generalmente al finalizar la menstruación el flujo está ausente o escaso, con una apariencia blanquecina y espesa. A medida que se va acercando la ovulación el flujo se va haciendo más transparente y líquido y va aumentando su cantidad. Cuando el moco llega a la consistencia de clara de huevo indica que la ovulación está a punto de ocurrir. Este tipo de moco es elástico y si se recoge con los dedos puede estirarse sin romperse. La fase fértil comienza con el cambio en la apariencia del flujo.
La ventaja de este método es que nos avisa que la ovulación se está aproximando. El cuerpo femenino segrega hormonas que estimulan el cambio del moco cervical para crear un entorno más alcalino y por ende menos hostil para los espermatozoides y así facilitar la fecundación. Finalmente, cuando la ventana de fertilidad pasa, el moco regresa nuevamente a su aspecto espeso y blanquecino. El registro del moco cervical se puede hacer en cualquier momento del día, recogiendo el que está en la entrada de la vagina o observando el que queda en el papel después de limpiarnos cuando vamos a baño. Es conveniente usar una gráfica en el que se reflejen los distintos tipos de mocos.
Importante: Este modelo puede no ser conveniente para las mujeres que recién empiezan a menstruar, las que acaban de dejar de tomar la píldora anticonceptiva, las madres que dan de mamar o las mujeres que están en la etapa menopáusica porque sus niveles hormonales se están ajustando.
De los tres métodos este es mi favorito porque nos dice exactamente el día en que ocurre la ovulación. Este método consiste en la medición de la temperatura ya sea vía vaginal o bucal (pero siempre en el mismo sitio durante el ciclo, si alternamos, los datos pueden variar). En un ciclo natural la temperatura se eleva de 3 a 5 décimas poco después de la ovulación, debido a la acción de la hormona progesterona. La temperatura se toma en reposo por la mañana antes de levantarse de la cama después de al menos 5 horas de sueño ininterrumpido. Cualquier actividad puede elevar la temperatura es por eso que es muy importante que se tome en reposo y de ser posible aproximadamente a la misma hora. La anotación de la temperatura se inicia al quinto día del inicio de la menstruación. Cuando el pico de temperatura ocurre indica que la ovulación ocurrió previamente. Para evitar un embarazo se espera un mínimo de 48 horas (tiempo de vida útil del óvulo) antes de reanudar las relaciones sexuales. La temperatura se debe tomar todos los días hasta cuatro días después de pico de temperatura por al menos seis meses para poder tener un aproximado del día en que la ovulación ocurre. Cada toma de temperatura se anota en una gráfica para poder trazar la curva de temperatura basal. Después de transcurrido ese tiempo se puede hacer un estimado del día en que ocurre la ovulación en cada ciclo y se podría tomar la temperatura alrededor de ese día para confirmar.
Importante:Deben anotarse otras circunstancias como una enfermedad, infecciones o cambios en el horario que puedan influir en la temperatura.
Método del ritmo o sintotérmico:
El método del ritmo consiste en combinar los tres métodos planteados. Usando la información recolectada por un período mínimo de 6 meses se puede establecer una ventana de fertilidad de entre 7 y 10 días (que se puede ir modificando a medida que sabes exactamente cuándo ocurre tu ovulación) en los que se pueden tomar medidas de precaución para evitar el embarazo como: evitar el coito y explorar otras posibilidades que no incluyan la penetración, uso de anticonceptivo de barrera o abstinencia sexual. La ventana de fertilidad sería más amplia antes de que ocurra la ovulación por el tiempo de vida de los espermatozoides y un poco más corta luego de que esta ocurra porque el óvulo vive poco tiempo. Hay aplicaciones para teléfonos inteligentes como Kindara que permiten introducir este tiempo de información que puede ser visualizada en diferentes dispositivos (inclusive en el de tu pareja) para estar siempre informadas/os de lo que está ocurriendo en el ciclo menstrual.
Mi historia.
Cuando decidí dejar de tomar la píldora empecé a investigar sobre las alternativas que tenía para prevenir un embarazo. Quería que fuera natural y que no tuviera impacto ambiental, porque me parecía inaudito que para no reproducirnos teníamos que contaminar nuestro cuerpo y nuestro planeta. Al principio tuve miedo, porque nos dicen que los métodos naturales no funcionan, que nuestras abuelas lo usaban y no funcionaba, que los porcentajes de fallo son altísimos, pero insistí porque intuía que era la mejor opción.
Comencé con el método del calendario. Instalé una aplicación en mi Ipod y me suscribí a una página de fertilidad. En mi investigación, noté que los métodos de anticoncepción natural no eran recomendados para evitar un embarazo pero si para generarlo, lo que me pareció una incoherencia, pero aproveché toda esa información que conseguí en páginas de fertilidad para conocer cómo funcionaba la fecundación. El método de calendario me gustó, sobre todo por la comodidad que me daba la aplicación (con la información que yo le daba sobre la duración de mi ciclo, ella sola me decía cuándo eran mis días fértiles) pero me pareció insuficiente. Sentía que necesitaba conocer exactamente cuando ocurría mi ovulación, así que unos meses después de usar calendario, empecé a usar el método de temperatura basal. A todas estas, mientras usé el método de calendario, me cuidaba casi siempre con condón, sólo dejaba de usarlo cuando mi sangrado estaba por llegar. Con el método de temperatura basal pude ver claramente el día en que mi ovulación ocurría. Lo sentía un poco fastidioso porque tenía que tomarme la temperatura cada día antes de salir de cama, pero poco a poco me acostumbré y me encantaba ver los numeritos del termómetro indicándome que la temperatura iba subiendo hasta llegar a su pico. Por unos meses usé ese y así supe, que mi ovulación ocurre entre los días 10 y 12 de mi ciclo. Aún cada cierto tiempo sigo tomándola para rectificar la información.
Finalmente incluí el moco cervical, que era más práctico porque podía tomar una muestra en cualquier momento del día y ver como iba mi ovulación. A medida que me fui acostumbrando a sentir los cambios, ya ni siquiera tuve que tomarlo con los dedos y probar, porque ya sabía cómo se sentían esos días en mi vagina y vulva. Hoy en día mantengo constante observación de mi cuerpo y reviso de vez en cuando el calendario para no olvidar en qué día del ciclo estoy y hasta ahora, después de tres años, he sabido siempre cuando es un día seguro y cuando no. Generalmente evito el coito hasta después de que la ovulación ocurra y pruebo vivir mi sexualidad de una manera distinta, incluyendo más juegos y caricias.
Ventajas de los métodos de anticoncepción natural.
Mejora nuestra relación con nosotras mismas
Al estar en constante observación de nuestro ciclo femenino natural, no solamente vamos notando nuestros cambios físicos sino también los emocionales y podemos ser más pacientes con nuestros deseos y necesidades. Poco a poco nos vamos conociendo y vemos como hay patrones que se repiten mes a mes, lo que nos permite idear alternativas que nos ayuden a vivir en mayor felicidad y armonía, como por ejemplo, agendar un descanso, un viaje a la playa o una reunión de negocios cuando sepamos que estaremos más dispuestas para ello.
Exploraremos nuestra sexualidad de forma distinta y más placentera
El ciclo menstrual femenino es parte esencial de nuestra sexualidad. A diferencia de las demás mamíferas, nosotras nos hemos librado del ciclo estro (la ovulación se produce durante la emisión de sangre para atraer al macho durante el periodo de apareamiento) lo que nos brinda la oportunidad de relacionarnos sexualmente más allá de la procreación y de disfrutar de placer de nuestro cuerpo. Ya el encuentro sexual no ocurre desde una necesidad de apareamiento para la procreación, sino de la posibilidad de disfrutar del encuentro con el otro. Usar al ciclo menstrual como una herramienta para gestionar nuestra sexualidad, nos permite decidir cuando queremos que ocurra el encuentro amoroso y con qué propósito, una elección que no tenían nuestras abuelas, ya que ellas vivían sujetas al deseo del esposo. Yo personalmente creo que es por esto que los métodos naturales tienen tan mala reputación, porque por muchos años las mujeres hemos sometido nuestra sexualidad al deseo sexual del hombre, en lugar de sentir y seguir nuestro propio deseo. Usar métodos de anticoncepción natural nos hace más conscientes de qué y cómo lo queremos en materia sexual.
Alerta: a pesar de que nos hemos librado del ciclo estro, no se nos puede olvidar que seguimos siendo mamíferas sujetas a los impulsos biológicos. Durante la ovulación nos sentiremos irremediablemente más atraídas a los machos y tendremos una especial inclinación hacia el coito, porque seguimos estando sujetas al impulso de procreación. Hacernos conscientes de este impulso también es parte de vivir un ciclo menstrual y una sexualidad natural. (Y a las que estén planificando un embarazo, ¡disfrútenlo! :))
Podremos usar nuestro ciclo menstrual para desarrollar proyectos.
A medida que nos vamos familiarizando más y más con nuestro ciclo menstrual, vamos notando que hay momentos de este en que nos sentimos más activas y otros en los que no tanto. Si aprendemos a escuchar y respetar esto sentires podremos desarrollar un ritmo más armónico con él y en lugar de luchar por ser activas los días de descanso, los aprovecharemos para ser en lugar de hacer, con la certeza que días más activos estarán a la vuelta de la esquina, esperando para que los aprovechemos la máximo.
Mejora nuestra relación con los demás.
El ciclo menstrual es parte esencial de quiénes somos como mujeres. Aceptarlo y vivirlo tal y como es nos ayudará a mostrarnos más auténticamente al mundo que nos rodea, poniendo límites donde los necesitamos y acercándonos a las personas correctas. El ciclo menstrual es una gran brújula que nos dice hacia dónde y con quién ir.
Sirve tanto para evitar como para planificar un embarazo.
Yo estuve hablando de las ventajas del ciclo menstrual como método de anticoncepción, pero también sirve si en algún momento decidimos concebir un bebé. Será mucho más sencillo ya que primero, estaremos libres de hormonas sintéticas, segundo sabremos exactamente cuál es el mejor día para tener relaciones sexuales, tercero podremos disfrutar plenamente y sin miedo de esos días en los que el deseo por nuestra pareja sube irremediablemente. Win-Win 😀
¿Puedo quedar embarazada si tengo relaciones durante la menstruación?
Respuesta corta: Si
Respuesta larga: Si tienes un ciclo corto (21-26 días) y un sangrado largo (5-7 días) es posible quedar embarazada si tienes relaciones durante la menstruación. El cambio en el moco cervical ocurre durante los últimos días del sangrado y se puede ocultar entre la sangre menstrual. El moco cervical ayuda a que los espermatozoides vivan por más tiempo dentro de la mujer (recuerda: hasta 7 días) y sigan vivos para cuando la ovulación ocurre. En realidad no quedaste embarazada durante la menstruación, sino que los espermatozoides vivieron desde la menstruación hasta que la ovulación ocurrió.
Finalmente, y después de todo esto estoy segura de que hay mujeres que no están listas para probar los métodos anticonceptivos naturales, no confían en ellos, no confían en la regularidad de su ciclo, o no quieren dejar la comodidad de las hormonas sintéticas y eso está perfectamente bien. Personalmente siento que si no están listas para hacerlo entonces no deberían intentarlo. Usar los métodos de anticoncepción natural requiere compromiso y un cambio de hábito que puede ser fuerte aún estando segura de la decisión que estamos tomando, por los comentarios de la gente a nuestro alrededor o de nuestra pareja si no nos apoya en el proceso y, la mayoría del tiempo, por los comentarios de nuestra propia mente asustada que nos dice que podemos estar embarazadas justo antes de los días en que debería llegar el sangrado, poniéndonos más ansiosas y retrasándolo.
Yo, con esto, sólo quiero compartir mi experiencia y balancear un poquitín toda la mala publicidad que le han hecho a los métodos naturales e invitar y apoyar a otras mujeres a intentarlo. Y más aún, las invito a no se queden sólo con lo que les digo, lean más, investiguen, piénsenlo y luego cuando se sientan listas para dar el paso, inténtenlo. Cuando lo hagan estaré feliz de que comenten cómo ha sido su experiencia y les responderé a todas las preguntas que puedan tener. Y si ya están viviendo el ciclo menstrual natural, cuéntennos en los comentarios más abajo, así alimentaremos este tema con más testimonios y experiencias.
Recientemente hubo mucha discusión en torno a los efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas, especialmente a las de la marca Yaz(min) de Bayer, a raíz de que salieron a la luz testimonios de mujeres que habían sufrido problemas de salud graves y otras que murieron por el uso de algunos anticonceptivos hormonales.
Mucho antes de todo esto y sin tener plena consciencia de cómo las pastillas anticonceptivas podían afectarme, decidí dejar de consumirlas. Fue así de un momento a otro, un día simplemente me levanté y le comenté a mi compañero que dejaría de tomarlas y que usaríamos condones mientras descifraba mi ciclo menstrual y los métodos de anticoncepción natural. La primera reacción de mi cuerpo fue una explosión de acné en la espalda casi insorportable. Ya me había pasado antes cuando dejé las pastillas por unos meses y siempre regresaba a las hormonas sintéticas cuando el acné aparecía. Se manifestaba en mi espalada y me era muy difícil y a veces imposible dormir de espalda por lo mucho que me dolía. Eso duró sólo un ciclo, para el siguiente se había reducido bastante y luego desapareció para no volver. Cuando mi ciclo se normalizó y mi cuerpo entendió que no recibiría más hormonas sintéticas, me di cuenta que mi sangrado cambió. Con las pastillas era muy oscuro y lleno de coágulos y no era muy homogéneo. Además tenía un olor desagradable. Para esa época, ya usaba la copa menstrual, así que el cambio a un ciclo sin pastillas fue muy evidente.
Poco a poco fui descubriendo cómo funcionan los anticonceptivos hormonales y las “ventajas” de usarlos (ciclo regular, períodos menos dolorosos, etc.), entre comillas, porque todos esos beneficios se podrían obtener a través de una mejor alimentación y una mejor relación con el ciclo menstrual. Y también las desventajas, que puestas en una balanza, me hacen a mí personalmente afianzar mucho más mi decisión de no consumirlos.
Esta entrada vendrá en dos partes, en esta primera les comentaré sobre los anticonceptivos hormonales y cómo funcionan en nuestro cuerpo y en una segunda, les dejo las opciones naturales de anticoncepción que he estado usando los últimos cinco años.
¿Cómo funcionan los anticonceptivos hormonales?
Para que el ciclo menstrual ocurra, el cuerpo segrega diferentes cantidades de estrógeno y progesterona. Básicamente, lo que los hormonales hacen es introducir en el organismo versiones sintéticas (pero molecularmente muy distintas) de las mismas hormonas (o a veces solo progestinas, como en el caso de la minipíldora) en momentos distintos de los que usualmente aparecen en el ciclo, inhibiendo la ovulación y evitando por ende el embarazo. Durante el tiempo en que se consumen los anticonceptivos hormonales los ovarios permanecen inactivos y no hay óvulos que puedan ser fertilizados por el esperma, creando un efecto similar al que produce el feto en el cuerpo durante el embarazo, pero sin los grades beneficios de las hormonas que nuestro cuerpo segrega durante el embarazo. Algunas pastillas, adicionalmente ocasionan un espesamiento del moco cervical para dificultar el paso de los espermatozoides hacia el útero e impiden el desarrollo normal del endometrio, para que en el caso de que la fecundación ocurra, el óvulo fecundado no pueda adherirse correctamente al endometrio. Finalmente, durante el descanso entre cajas de pastillas, al no haber soporte hormonal, el endometrio se desprende produciendo el sangrado similar a la menstruación, pero que no es ni siquiera parecido a esta. En el caso de inyecciones trimestrales o semestrales, los implantes y el DIU Mirena, el sangrado puede desaparecer.
Hay cuatro generaciones de anticonceptivos hormonales disponibles en el mercado. La primera generación, que apareció en los sesenta y setenta, contiene noretisterona y tiene como efectos secundarios: jaquecas, aumento de peso, dolor e hinchazón en las mamas y trastornos vasculares, entre otros. La segunda generación que apareció en los setenta y ochenta contiene levonorgestrel que fue desarrollada para reducir los efectos secundarios, como náuseas y dolores que producían los de la primera generación. Sin embargo, los riesgos y efectos secundarios aún eran visibles entre las usuarias por lo que luego se desarrolló la tercera generación con desogestrel y gestodeno, y luego una cuarta con drospirenona (que son las progestinas incluídas en Yaz y Yasmin), las cuales mostraron una reducción en efectos secundarios como el acné y los dolores mamarios, pero con el doble de riesgo de producir tromboembolias que las dos generaciones anteriores. Una mujer que toma anticonceptivos hormonales de cuarta generación tiene seis veces más posibilidades de sufrir una tromboembolia (defecto de oxigenación pulmonar debido a una obstrucción de la arteria pulmonar, un problema asintomático y difícil de diagnosticar) en comparación a una que no los consume.
Efectos secundarios de los anticonceptivos hormonales.
Los anticonceptivos, como cualquier otro medicamento tienen efectos secundarios. Entre los efectos secundarios considerados “menores” están: jaquecas, sangrado intermenstrual, decrecimiento de la libido, acné, incremento de peso, entre otros. Sin embargo, hay otros efectos secundarios que son más severos como:
Tumores en el hígado: Las hormonas sintéticas de todo tipo se sintetizan en el hígado, si el hígado no funciona bien, las posibilidades de que estos tumores se produzcan son más altas, por lo que no es recomendable su consumo en personas que tengan problemas de hígado.
Incremento de la presión arterial, aumento de posibilidades de infartos y ACVs: los anticonceptivos hormonales aumentan la formación de coágulos en la sangre, especialmente en mujeres que fuman, por lo que si existen problemas cardíacos o de presión arterial no deberían consumirlos. Las demandas por daños en la salud por los anticonceptivos de parte de las usuarias han ocurrido debido a este efecto secundario. Muchas han muerto debido a coágulos encontrados en sus pulmones.
Cambios de humor (arranques de rabia o depresiones): introducir hormonas sintéticas en nuestro organismo afecta el balance hormonal que nuestro cuerpo ha creado para nosotras, incidiendo en cómo nos sentimos, por lo que personas que tienen tendencias depresivas o episodios de rabia deberían consultarlo con un especialista antes de tomarlas.
Cáncer, específicamente de seno, de cérvix y de hígado: algunos estudios han determinado el aumento en las posibilidades de sufrir de cáncer en mujeres que consumen anticonceptivos hormonales. En el caso del cáncer de seno, las posibilidades aumentan si empiezan a consumir las pastillas durante la adolescencia y no disminuyen sino hasta diez años después del último consumo. En el caso del cáncer del cuello del útero, algunos estudios demuestran que los hormonales hacen al cérvix más susceptible a virus como el VPH el cual es una de las principales causas de este tipo de cáncer. Más aún, las hormonas sintéticas debilitan el sistema inmunológico haciéndonos más susceptibles a padecer infecciones, como la candidiasis.
Una de las primeras cosas que siento que las mujeres deben saber y que fue la razón por la cual yo dejé las pastillas anticonceptivas, es que no hay ciclo menstrual. Sangramos, sí, pero no menstruamos. Al inhibir la ovulación, la menstruación no puede ocurrir ya que no hay uno sin el otro. Como el día y la noche. Cuando se diseñaron los anticonceptivos hormonales, se creó este sangrado falso porque en esa época era ilegal recetar anticonceptivos, entonces se vendían como «reguladores del ciclo menstrual», lo cual es un absurdo porque lo inhiben completamente, pero es una idea que hoy en día, lamentablemente, seguimos consumiendo. Con algunos anticonceptivos, especialmente los más recientes, el sangrado muchas veces no ocurre, porque ahora ya no hay preocupaciones legales. En este sentido, hay una completa desconexión con el proceso y con el cuerpo. Nos vendieron las pastillas para que nosotras tuviéramos el control, pero la verdad es que no controlamos nada, sino que somos controladas por el medicamento. Muchas mujeres no sabemos, o mejor dicho, no recordamos qué es el ciclo menstrual hasta que abandonamos los anticonceptivos hormonales. Especialmente en el caso de las mujeres con menstruaciones dolorosas o irregulares a las que se les prescriben anticonceptivos hormonales como la solución para esos problemas, se dan cuenta de la mentira cuando dejan de tomarlos. La verdad es que el problema nunca se fue, solo fue encubierto por una menstruación falsa.
La menstruación es un ciclo creativo femenino cuyas bondades muchas mujeres aún no entendemos y por ende vivimos en frustración al tratar de adaptar el ciclo a nosotras en lugar de nosotras fluir con él. En esta sociedad superproductiva, se nos exige producir de 8 a 5 de lunes a viernes la mayoría de las semanas del año, pero como todos sabemos, no es siempre el caso. Muchas veces no tenemos ganas de producir nada, ni siquiera tenemos ganas de salir de cama. Sin embargo, hay otros días en los que salimos más temprano que nunca con ganas de comernos el mundo. Imaginen cómo sería si respondieras a esos sentires, si saliéramos a comernos el mundo los días que corresponde y descansáramos los días que nuestro cuerpo nos lo pide. Los procesos creativos serían más armoniosos y no viviríamos en constante frustración. Todas hemos sentido eso, y gracias al ciclo menstrual tenemos una pauta de cuándo eso ocurre, permitiéndonos aprovechar esa energía creativa para nuestros proyectos personales, si tan sólo escucháramos a nuestro cuerpo.
Finalmente, estamos pagando ese precio sólo porque no estamos conscientes de cuáles son las 48 únicas horas en las que somos fértiles durante nuestro ciclo menstrual. Sí, leyeron bien, el óvulo vive sólo por 48h. Si reconociéramos nuestras fases del ciclo menstrual podríamos determinar una ventana de fertilidad de 7 días aproximadamente durante la cual nos podríamos dar la oportunidad de explorar el sexo sin coito o de usar un método de barrera y así vivir nuestro ciclo menstrual natural aprovechando cada una de sus bondades.
A mi parecer, la anticoncepción natural es una opción real que funciona perfectamente si logramos escuchar los mensajes de nuestro cuerpo. Si queremos vivir una mentira de ciclo menstrual sin pensar y sin sentir, sino de manera automática, entonces los hormonales son perfectos. Pero si deseamos disfrutar de este proceso natural femenino, creativo, vibrante y cíclico y además, aprovechar todas sus bondades entonces los hormonales sólo interferirán con nuestro deseo.
Estoy segura que hay mujeres que después de conocer toda esta información seguirán optando por las hormonas sintéticas y eso está bien. Al final de todo, lo más importante es tomar una decisión consciente e informada, conociendo todos los pros y los contra de las decisiones que tomemos y los productos que consumamos y que seamos responsables de nuestros cuerpos y de nuestras vidas.
Anteriormente les he compartido entradas sobre los métodos de anticoncepción natural, cómo funcionan y cómo usarlos, pero para usar estos métodos adecuadamente no podemos simplemente seguir una lista de instrucciones, sino adentrarnos en un proceso sostenido de autoobservación que promueve el autoconocimiento. Este proceso no se detiene, por lo que recientemente he estado leyendo de nuevo sobre ellos y me encontré con el término fertility awareness -conciencia de la fertilidad- el cual me pareció muy acertado porque refleja el estado que se logra al usarlos.
Hace algunos meses escribí unas entradas muy populares sobre 
Ya les hablé en el 
Hazte tú misma 